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Ventilación no invasiva en niños

La ventilación no invasiva (VNI) está adquiriendo cada vez más importancia en la anestesiología pediátrica, ofreciendo una alternativa viable o un complemento a la ventilación mecánica invasiva. Tradicionalmente, la ventilación mecánica con intubación endotraqueal ha sido el estándar para mantener una función respiratoria adecuada durante el período perioperatorio. Sin embargo, la VNI brinda soporte ventilatorio y mejora el intercambio de gases a nivel alveolar sin necesidad de vías aéreas artificiales invasivas como tubos endotraqueales o traqueotomías. Esta revisión subraya la relevancia de la VNI, especialmente en pacientes pediátricos, donde su aplicación puede abarcar desde el manejo de la insuficiencia respiratoria hipóxica aguda hasta problemas respiratorios crónicos (1).

Los métodos de VNI incluyen la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) y la ventilación con presión positiva no invasiva (NPPV), ambas fundamentales en el tratamiento de diversas afecciones respiratorias. En el entorno perioperatorio, la CPAP y la presión positiva binivel (BPAP) son las formas de VNI más utilizadas. A pesar de su uso generalizado, los datos sobre la eficacia y las pautas para la VNI perioperatoria en niños siguen siendo limitados. Esta falta de datos completos requiere más investigación para establecer el momento óptimo y los ajustes de presión, asegurando el uso seguro y eficaz de la VNI en anestesiología pediátrica.

Ventilacion no invasiva en niños

Las indicaciones de la VNI son amplias, abarcando desde la insuficiencia respiratoria hipóxica aguda en unidades de emergencia y cuidados intensivos hasta el manejo de la insuficiencia respiratoria crónica en pacientes con enfermedades neuromusculares que experimentan hipoventilación nocturna. Sin embargo, su uso no está exento de limitaciones. Las contraindicaciones incluyen un nivel reducido de conciencia, dificultad respiratoria grave, apnea e incapacidad para mantener la permeabilidad de la vía aérea superior o los reflejos protectores. Estas condiciones requieren una cuidadosa selección y monitoreo del paciente para prevenir complicaciones asociadas con la VNI.

Uno de los desafíos notables con la VNI es la aparición de fugas de aire y asincronía paciente-ventilador, particularmente la autodisparación. Estos problemas pueden complicar la efectividad de la VNI, lo que requiere que los médicos sean expertos en la resolución de problemas y el ajuste del equipo para mantener la sincronización y evitar fugas. Abordar estos desafíos es crucial para la implementación exitosa de la VNI en pacientes pediátricos, asegurando que reciban el máximo beneficio del soporte respiratorio no invasivo.

El oxígeno nasal de alto flujo (HFNO) se ha convertido en una alternativa prometedora a la VNI tradicional, particularmente para reducir el trabajo respiratorio y mejorar la oxigenación en niños. El HFNO administra oxígeno humidificado y calentado a flujos altos a través de cánulas nasales específicas, adaptadas al peso y las necesidades clínicas del paciente. Este método ha demostrado ser útil para la preoxigenación en bebés y niños, prolongando el tiempo de apnea antes de la desaturación. Sin embargo, su efectividad disminuye en pacientes con ventilación minuto disminuida o apnea, ya que el HFNO no mejora significativamente el intercambio gaseoso alveolar en tales escenarios.

La incorporación del HFNO en el manejo respiratorio pediátrico requiere una consideración cuidadosa de sus beneficios y limitaciones. Si bien puede ayudar significativamente en la preoxigenación y el manejo de la dificultad respiratoria leve a moderada, su papel en la insuficiencia respiratoria grave sigue siendo menos claro. Los médicos deben evaluar la condición y las necesidades respiratorias de cada paciente para determinar el uso más apropiado del HFNO, asegurando resultados óptimos en la atención respiratoria pediátrica.

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Para los anestesiólogos pediatras, la colaboración con intensivistas pediatras y neumólogos es fundamental. Estos expertos pueden brindar información y orientación invaluable para el manejo de casos complejos que involucran VNI. Su experiencia ayuda a cerrar la brecha entre los equipos de anestesiología y cuidados respiratorios, fomentando un enfoque multidisciplinario para mejorar los resultados respiratorios en pacientes pediátricos sometidos a anestesia. Este esfuerzo de colaboración es crucial para avanzar en el uso seguro y eficaz de la VNI y el HFNO en la atención perioperatoria de niños.