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Pruebas de ventilación desigual: Respiración única con nitrógeno

Prueba de respiración única con nitrógeno

Las pruebas de ventilación desigual, en particular la prueba de respiración única con nitrógeno, son fundamentales para evaluar la heterogeneidad en la distribución del aire dentro de los pulmones. A diferencia de las pruebas tradicionales que miden la capacidad ventilatoria, esta prueba se centra en identificar la desigualdad de ventilación, proporcionando una visión detallada de cómo se distribuye el aire inspirado a través de diferentes regiones pulmonares (1).

Prueba de respiración única con nitrógeno
Prueba de respiración única con nitrógeno en caso de ventilación desigual. Obsérvense las cuatro fases del trazado espirado. CPT, capacidad pulmonar total; VC, volumen de cierre; VR, volumen residual.

Durante la prueba de respiración única con nitrógeno, el paciente inhala oxígeno puro hasta alcanzar su capacidad vital máxima, luego espira lentamente hasta el volumen residual. Durante la espiración, se mide la concentración de nitrógeno en el aire exhalado utilizando un analizador rápido. Este proceso genera un gráfico característico con cuatro fases distintas. La primera fase muestra la expulsión de oxígeno puro, seguida de un rápido aumento en la concentración de nitrógeno a medida que el aire alveolar atraviesa el espacio muerto anatómico.

En la tercera fase, conocida como la meseta alveolar, se observa una ligera pendiente ascendente en individuos sanos. Esta pendiente se vuelve más pronunciada en pacientes con ventilación desigual, indicando variaciones en la ventilación de diferentes regiones pulmonares. La pendiente de esta fase se utiliza para cuantificar la desigualdad de ventilación, expresada como el porcentaje de aumento de la concentración de nitrógeno por litro de volumen espirado. Es crucial mantener un flujo espiratorio constante, no superior a 0.5 L/s, para minimizar la variabilidad en los resultados.

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La fase cuatro de la prueba muestra un aumento en la concentración de nitrógeno, reflejando la ventilación ineficiente en ciertas regiones pulmonares que reciben menos oxígeno y, por lo tanto, mantienen una concentración más alta de nitrógeno. Estas regiones tienden a vaciarse al final de la espiración, contribuyendo al patrón característico observado. Las figuras adjuntas en los estudios muestran varios mecanismos de ventilación desigual, incluyendo la obstrucción parcial de las vías respiratorias y la dilatación de los espacios aéreos periféricos.

Tres mecanismos de ventilación desigual
Tres mecanismos de ventilación desigual. En la desigualdad en paralelo (A), disminuye el flujo hacia las regiones con constantes de tiempo prolongadas. En la desigualdad en serie (B), la dilatación de una pequeña vía respiratoria produce una difusión incompleta a lo largo de una unidad pulmonar terminal. La ventilación colateral (C) también puede causar desigualdad en serie.

La ventilación desigual puede ser clasificada en desigualdad en paralelo y en serie. La primera ocurre debido a la obstrucción parcial de las vías respiratorias, mientras que la segunda resulta de diferencias en la ventilación a lo largo de las vías aéreas de la unidad pulmonar. Además, la ventilación colateral, donde el aire inspirado se distribuye a través de unidades vecinas, es común en condiciones como la EPOC y el asma. Estos mecanismos reflejan la complejidad de la distribución del aire en los pulmones y su impacto en el intercambio gaseoso.

El volumen de cierre, otro concepto importante relacionado con estas pruebas, se refiere al punto durante la espiración en el que las pequeñas vías respiratorias comienzan a cerrarse, marcando el inicio de la fase 4. Este volumen, junto con el volumen residual, forma la capacidad de cierre. La medición precisa de este volumen puede ser difícil debido a la variabilidad y la falta de claridad en la transición entre las fases 3 y 4, especialmente en pacientes con enfermedades pulmonares avanzadas.

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Finalmente, aunque se han desarrollado varias pruebas para detectar enfermedades pulmonares en sus etapas iniciales, la prueba de respiración única con nitrógeno sigue siendo una herramienta sencilla, rápida y confiable para evaluar la desigualdad de ventilación. Identificar estas desigualdades puede ser crucial para el diagnóstico temprano y el tratamiento de enfermedades pulmonares obstructivas y restrictivas, ayudando a mitigar la progresión de estos trastornos mediante intervenciones oportunas como la cesación del tabaquismo.