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El efecto del entrenamiento físico en la Rehabilitación Pulmonar

La Revista Respiratoria Europea publicó recientemente un estudio exhaustivo sobre el impacto del entrenamiento físico en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El estudio enfatiza la importancia del entrenamiento físico en la rehabilitación pulmonar, destacando principios generales, modificaciones para las limitaciones de los pacientes con EPOC y diversas intervenciones que pueden mejorar los resultados del entrenamiento. Este artículo sintetiza los hallazgos clave del estudio, proporcionando información sobre cómo se puede adaptar el entrenamiento físico para beneficiar a los pacientes con EPOC.

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El Colegio Americano de Medicina del Deporte describe los principios FITT (Frecuencia, Intensidad, Tipo y Tiempo) para el ejercicio aeróbico en personas mayores, recomendando entrenar al menos tres veces por semana a un mínimo del 60% del pico de VO2 previo al entrenamiento durante 20-60 minutos a lo largo de 12-16 semanas (1). Estas pautas, adaptadas para pacientes con EPOC, muestran mejoras significativas en la función cardiovascular, la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida en general. Si bien los pacientes con EPOC a menudo experimentan beneficios dentro de las 6-8 semanas, los programas más largos producen efectos más sustanciales.

Sin embargo, el entrenamiento de resistencia corporal completa puede ser un desafío para los pacientes con EPOC debido a las altas demandas ventilatorias y el riesgo de hiperinflación dinámica o hipoxemia inducida por el ejercicio. Para abordar estos desafíos, el estudio sugiere varias modificaciones, como optimizar la terapia con broncodilatadores para mejorar la capacidad ventilatoria, haciendo así que el ejercicio sea más cómodo. Las intervenciones no farmacológicas, como la cirugía de reducción de volumen o el uso de mezclas de aire de menor densidad, también pueden mejorar la función ventilatoria, aunque esta última es costosa y no se recomienda ampliamente para el uso habitual.

La ventilación no invasiva (VNI) emerge como otra estrategia eficaz, que reduce el trabajo de respirar y mejora la tolerancia al ejercicio, especialmente en casos graves de EPOC. Si bien la VNI requiere equipo especializado y aclimatación del paciente, puede permitir intensidades de entrenamiento más altas y mejores resultados. Sin embargo, su aplicación se limita a pacientes que ya están familiarizados con la VNI nocturna.

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Para reducir la carga ventilatoria durante el ejercicio, el estudio explora varias intervenciones. La suplementación con oxígeno durante el ejercicio puede disminuir los requerimientos ventilatorios y la hiperinflación dinámica, aunque su efectividad varía. Se destaca el entrenamiento por intervalos, que alterna entre esfuerzos de alta intensidad y períodos de descanso, para hacer el ejercicio más manejable y proporcionar resultados ligeramente mejores en comparación con el entrenamiento continuo. El entrenamiento por intervalos de alta intensidad, en particular, está ganando popularidad por sus beneficios en diversas condiciones crónicas, y potencialmente también ofrece ventajas para los pacientes con EPOC.

El estudio también analiza métodos menos convencionales como las contracciones musculares excéntricas, el ciclismo a una pierna y el entrenamiento de resistencia. Los ejercicios excéntricos imponen cargas de trabajo significativas a los músculos con menor demanda metabólica, lo que beneficia la función del músculo esquelético, pero menos a los efectos cardiorrespiratorios. El ciclismo a una pierna reduce la carga metabólica general mientras enfoca el trabajo intenso en una sola pierna. El entrenamiento de resistencia, utilizando pesas o bandas elásticas, proporciona una alta carga de trabajo muscular con una mínima tensión ventilatoria, mejorando la fuerza muscular y la calidad de vida.


La Revista Respiratoria Europea publicó recientemente un estudio exhaustivo sobre el impacto del entrenamiento físico en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El estudio enfatiza la importancia del entrenamiento físico en la rehabilitación pulmonar, destacando principios generales, modificaciones para las limitaciones de los pacientes con EPOC y diversas intervenciones que pueden mejorar los resultados del entrenamiento. Este artículo sintetiza los hallazgos clave del estudio, proporcionando información sobre cómo se puede adaptar el entrenamiento físico para beneficiar a los pacientes con EPOC.

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El Colegio Americano de Medicina del Deporte describe los principios FITT (Frecuencia, Intensidad, Tipo y Tiempo) para el ejercicio aeróbico en personas mayores, recomendando entrenar al menos tres veces por semana a un mínimo del 60% del pico de VO2 previo al entrenamiento durante 20-60 minutos a lo largo de 12-16 semanas. Estas pautas, adaptadas para pacientes con EPOC, muestran mejoras significativas en la función cardiovascular, la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida en general. Si bien los pacientes con EPOC a menudo experimentan beneficios dentro de las 6-8 semanas, los programas más largos producen efectos más sustanciales.

Sin embargo, el entrenamiento de resistencia corporal completa puede ser un desafío para los pacientes con EPOC debido a las altas demandas ventilatorias y el riesgo de hiperinflación dinámica o hipoxemia inducida por el ejercicio. Para abordar estos desafíos, el estudio sugiere varias modificaciones, como optimizar la terapia con broncodilatadores para mejorar la capacidad ventilatoria, haciendo así que el ejercicio sea más cómodo. Las intervenciones no farmacológicas, como la cirugía de reducción de volumen o el uso de mezclas de aire de menor densidad, también pueden mejorar la función ventilatoria, aunque esta última es costosa y no se recomienda ampliamente para el uso habitual.

La ventilación no invasiva (VNI) emerge como otra estrategia eficaz, que reduce el trabajo de respirar y mejora la tolerancia al ejercicio, especialmente en casos graves de EPOC. Si bien la VNI requiere equipo especializado y aclimatación del paciente, puede permitir intensidades de entrenamiento más altas y mejores resultados. Sin embargo, su aplicación se limita a pacientes que ya están familiarizados con la VNI nocturna.

Para reducir la carga ventilatoria durante el ejercicio, el estudio explora varias intervenciones. La suplementación con oxígeno durante el ejercicio puede disminuir los requerimientos ventilatorios y la hiperinflación dinámica, aunque su efectividad varía. Se destaca el entrenamiento por intervalos, que alterna entre esfuerzos de alta intensidad y períodos de descanso, para hacer el ejercicio más manejable y proporcionar resultados ligeramente mejores en comparación con el entrenamiento continuo. El entrenamiento por intervalos de alta intensidad, en particular, está ganando popularidad por sus beneficios en diversas condiciones crónicas, y potencialmente también ofrece ventajas para los pacientes con EPOC.

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El estudio también analiza métodos menos convencionales como las contracciones musculares excéntricas, el ciclismo a una pierna y el entrenamiento de resistencia. Los ejercicios excéntricos imponen cargas de trabajo significativas a los músculos con menor demanda metabólica, lo que beneficia la función del músculo esquelético, pero menos a los efectos cardiorrespiratorios. El ciclismo a una pierna reduce la carga metabólica general mientras enfoca el trabajo intenso en una sola pierna. El entrenamiento de resistencia, utilizando pesas o bandas elásticas, proporciona una alta carga de trabajo muscular con una mínima tensión ventilatoria, mejorando la fuerza muscular y la calidad de vida.

Por último, la estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) se identifica como una opción viable para mejorar la función muscular con bajos requerimientos ventilatorios. La EENM implica aplicar estímulos eléctricos a los músculos, lo que ha demostrado mejorar la fuerza muscular y la tolerancia al ejercicio funcional en pacientes con EPOC estables y después de una exacerbación. Cuando se combina con ejercicio funcional, la EENM puede mejorar significativamente la eficiencia mecánica y el compromiso muscular general.

En conclusión, el estudio subraya el papel fundamental del entrenamiento físico adaptado en la rehabilitación pulmonar para pacientes con EPOC. Al modificar los protocolos de ejercicio e incorporar diversas intervenciones de apoyo, los pacientes pueden lograr mejoras significativas en la tolerancia al ejercicio, la función muscular y la calidad de vida. Este enfoque integral resalta la necesidad de programas de rehabilitación personalizados para abordar los desafíos únicos que enfrentan los pacientes con EPOC.