Al menos una vez al año, probablemente prometes comenzar un programa de ejercicio. Sin embargo, si has tenido problemas para cumplirlo, no estás solo. Pero hay muchas razones para volver a comprometerte y seguir adelante.
Cada persona tiene motivos diferentes para perder impulso. Lo importante es que si ponerte en forma es importante para ti, nunca es tarde para comenzar un régimen de fitness. Puedes hacer tu entrenamiento diario en menos tiempo del que te toma desplazarte por tu feed de Facebook.
De hecho, puedes hacerlo mientras ves televisión. Si sigues las recomendaciones de organizaciones como el American Council on Exercise (ACE) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), todo lo que necesitas para mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de todo tipo de enfermedades es un total de 150 minutos de ejercicio a la semana. Cuándo y cómo encajas estos minutos en tu rutina habitual depende completamente de ti.
Así que comienza hoy mismo y usa estos consejos para ayudarte a convertir el ejercicio en parte de tu rutina.
Establece un objetivo SMART
Según la ACE, un objetivo SMART es aquel que es:
- Específico: ¿qué exactamente quieres lograr?
- Medible: ¿cómo sabrás si lo estás logrando?
- Alcanzable: ¿es un objetivo realista dado tu situación actual?
- Relevante: ¿se alinea con tus deseos y necesidades?
- Tiempo: ¿tiene una fecha límite y un marco temporal definido?
Establecer objetivos te ayuda a dar enfoque y estructura a lo que quieres lograr. Alcanzarlos es satisfactorio y los expertos en fitness afirman que contribuye a crear impulso. Solo presta mucha atención a la parte “alcanzable” de esta ecuación.
Un objetivo poco realista solo te prepara para el fracaso. En lugar de desafiarte a ejercitarte durante 30 minutos todos los días de la semana cuando algunos días ni siquiera puedes hacer 15, analiza tu horario y encuentra dos días en los que puedas, de manera realista, aumentar tu tiempo de entrenamiento a 30 minutos. Todo suma para acercarte a tu meta de 150 minutos semanales.
Proponte dar más pasos cada día
Durante casi una década, los expertos en salud pública del CDC han recomendado a los estadounidenses dar 10.000 pasos diarios. Esa cantidad equivale a aproximadamente 8 kilómetros, y las personas que caminan ese tanto se consideran “activas”. Los que llegan a 12.500 pasos se consideran “altamente activos”.
Aunque la pérdida de peso no sea tu objetivo, deberías intentar aumentar tu kilometraje diario para lograr o mantener una buena salud general.
Convierte el fitness en un estilo de vida, no en una moda
Muchas personas cometen el error de esforzarse mucho para alcanzar sus objetivos de fitness, pero luego se relajan una vez los logran. Ven el ejercicio como un medio para un fin, no como una forma de vivir. Esto puede conducir a problemas de salud y aumento de peso. No ver el fitness como una decisión de estilo de vida significa que no obtendrás los beneficios a largo plazo del ejercicio regular.
Claro, el ejercicio puede ayudarte a perder o mantener el peso a corto plazo. Pero un estilo de vida activo brinda beneficios duraderos. Puede reducir tu riesgo de posibles complicaciones de salud, como:
- Presión arterial alta
- Diabetes
- Enfermedad cardíaca
- Obesidad
El ejercicio contribuye a una mejor salud y bienestar, así que conviértelo en una prioridad: ¡nunca es tarde!
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