El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello (CCC) ha experimentado avances significativos en los últimos años, lo que ha resultado en una mejora en las tasas de mortalidad. Sin embargo, un efecto secundario común de estos tratamientos es la disfagia, una dificultad para tragar, que puede persistir incluso después de que el cáncer haya sido tratado. En respuesta a este desafío, se han explorado intervenciones como los ejercicios terapéuticos para mitigar los efectos negativos de la disfagia.
Un
estudio científico reciente tuvo como objetivo evaluar la efectividad de los ejercicios terapéuticos realizados antes, durante y/o inmediatamente después del tratamiento del CCC en la deglución, la aspiración y los eventos adversos como infecciones en el pecho, neumonía por aspiración y pérdida de peso en individuos tratados por carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello en etapa avanzada. El estudio, realizado a través de una revisión sistemática de ensayos controlados aleatorizados (ECA), reveló información sobre la eficacia de tales intervenciones.
La búsqueda abarcó diversas bases de datos e incluyó ensayos tanto publicados como no publicados hasta julio de 2016. Se incluyeron en el análisis seis estudios que involucraban a 326 participantes. A pesar del sesgo de género hacia los hombres, reflejando la demografía típica de los pacientes con CCC, los resultados de los estudios incluidos no mostraron una ventaja significativa de los ejercicios terapéuticos sobre el tratamiento habitual en la mejora de la seguridad y eficacia de la deglución.
Uno de los hallazgos destacados fue la falta de estandarización y consistencia en los resultados medidos y los puntos finales de evaluación en los estudios. Esta heterogeneidad dificultó la agrupación de los datos para su análisis y contribuyó a la baja calidad general de la evidencia, según la clasificación del sistema GRADE. Además, no se reportaron eventos adversos directamente relacionados con los ejercicios terapéuticos.
Los autores concluyeron que había evidencia insuficiente para respaldar la eficacia de los ejercicios terapéuticos en la mejora de la deglución oral en individuos con CCC en etapa avanzada. Atribuyeron esta falta de evidencia al tamaño de muestra pequeño de los ensayos, que pueden haber carecido del poder estadístico para detectar diferencias. Además, las inconsistencias metodológicas entre los estudios destacaron la necesidad de diseños de investigación más rigurosos.
En el futuro, el estudio aboga por el diseño e implementación de estudios con un rigor metodológico más sólido. Aspectos clave incluyen el acuerdo sobre los resultados primarios, el uso de herramientas de evaluación validadas y puntos de medición estandarizados en el tiempo.
Tales esfuerzos son cruciales para avanzar en nuestra comprensión del manejo de la disfagia en pacientes con CCC y mejorar la efectividad de las intervenciones terapéuticas.
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