La ventilación mecánica sigue siendo una intervención fundamental para los pacientes neonatales en las unidades de cuidados intensivos, ya que garantiza un intercambio gaseoso eficaz, la oxigenación y la eliminación de CO2. A pesar de los avances significativos en el soporte ventilatorio no invasivo, la ventilación mecánica invasiva a través de un tubo endotraqueal continúa siendo un tratamiento estándar en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Sin embargo, este método, aunque salva vidas, presenta un riesgo de lesiones, especialmente en bebés prematuros. Por lo tanto, se recomienda a los neonatólogos priorizar el destete oportuno de los recién nacidos de la ventilación mecánica invasiva para mitigar posibles daños (1).

Ventilación mecánica en el Síndrome de Guillain-Barré

Predictores de éxito en la ventilación mecánica no invasiva

Liberación de la ventilación mecánica en adultos críticamente enfermos

Desuso del diafragma inducido por la ventilación mecánica – Autofagia
Un componente esencial del proceso de destete, especialmente en bebés prematuros con muy bajo peso al nacer, es la administración de cafeína. Se ha demostrado que la cafeína estimula el centro respiratorio, mejora la fuerza y la resistencia de los músculos respiratorios, y reduce el riesgo de apnea. Al mismo tiempo, se suspenden todos los sedantes para evitar cualquier depresión respiratoria que pueda dificultar el proceso de destete.
Antes de la extubación, los neonatos pueden colocarse con presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) durante un breve período, que suele oscilar entre 3 y 10 minutos. Este paso sirve como una prueba para evaluar la capacidad del neonato para respirar sin soporte mecánico. Si el neonato no muestra signos de malestar o un aumento del trabajo respiratorio, se procede a la extubación, seguida de la administración de ventilación con presión positiva no invasiva (NIPPV).

Identificando las presiones pico y plateau en el ventilador mecánico

Desuso del diafragma inducido por la ventilación mecánica – Autofagia
Más allá de las estrategias ventilatorias inmediatas, otras medidas como la higiene de manos rigurosa, la prevención del hacinamiento en la UCIN y la implementación de protocolos para reducir las tasas de infección, particularmente la neumonía asociada al ventilador (NAV), son cruciales. Además, proporcionar un soporte nutricional intensivo ayuda a la recuperación general y a la salud respiratoria de los neonatos, garantizando un proceso de destete más exitoso y sostenible.
En conclusión, el destete y la extubación de los neonatos de la ventilación mecánica requieren un protocolo meticulosamente planificado y ejecutado para garantizar la seguridad y la comodidad del paciente. Siguiendo las prácticas basadas en la evidencia, que incluyen reducciones graduales del soporte ventilatorio, la administración de cafeína y el uso de NIPPV, los médicos pueden mejorar los resultados respiratorios y facilitar una transición más fluida de la ventilación mecánica invasiva para los neonatos en las UCIN.

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