Estrategias para sobrellevar la preocupación.
La preocupación, como un invitado indeseado, a menudo se abre camino en nuestras mentes, trayendo consigo una multitud de pensamientos ansiosos y aprensiones.
Es una experiencia humana universal, tejida en la tela de nuestra existencia.
Desde inquietarse por las incertidumbres del mañana hasta obsesionarse por errores pasados, la preocupación se manifiesta en diversas formas e intensidades, impactando nuestro bienestar mental y nuestra calidad de vida en general.
Pero, ¿Qué es exactamente la preocupación? y ¿Cómo podemos navegar por su control laberíntico sobre nuestras mentes?
¿Qué es la preocupación?
En esencia, la preocupación es un proceso cognitivo caracterizado por la anticipación aprensiva de posibles eventos o resultados futuros, a menudo acompañada por una sensación de inquietud o miedo.
Involucra pensamientos repetitivos sobre posibilidades negativas, sin importar su probabilidad.
La preocupación puede servir como un mecanismo de protección, alertándonos sobre amenazas potenciales y motivando acciones preparatorias (1).
Pero también puede salirse de control, conduciendo a una ansiedad y angustia crónicas.
La Naturaleza de la Preocupación
La preocupación es un fenómeno multifacético influenciado por diversos factores, incluidos los rasgos de personalidad, las experiencias pasadas y los factores estresantes del entorno.
Puede variar desde preocupaciones fugaces sobre asuntos cotidianos hasta la rumia persistente sobre miedos existenciales.
Además, la preocupación a menudo opera en un continuo, con episodios ocasionales de aprensión leve en un extremo y trastornos de ansiedad debilitantes en el otro.
El Impacto Psicológico
La preocupación descontrolada puede causar un gran impacto en la salud mental, contribuyendo a condiciones como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de pánico.
La preocupación persistente puede alterar el funcionamiento cognitivo, perjudicar la capacidad para tomar decisiones y socavar la confianza en uno mismo.
Además, puede tensar las relaciones interpersonales y disminuir la satisfacción general con la vida, a medida que las personas se consumen por sus pensamientos y miedos ansiosos.
Estrategias para Sobrellevar la Preocupación
Afortunadamente, existen numerosas estrategias para manejar y aliviar el control de la preocupación en nuestras vidas:
1. Atención Plena y Meditación:
Las prácticas como la meditación mindfulness pueden ayudar a cultivar la conciencia del momento presente, reduciendo la tendencia a reflexionar sobre las incertidumbres del futuro.
Para mejorar el descanso y la calidad de sueño puedes intentar con yoga nidra para dormir.
2. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC):
Las técnicas de TCC, como la reestructuración cognitiva y la terapia de exposición, pueden ayudar a las personas a desafiar las creencias irracionales y romper el ciclo de la preocupación.
3. Manejo del Estrés:
Participar en actividades para reducir el estrés, como ejercicio, ejercicios de respiración profunda y pasatiempos, puede ayudar a aliviar los síntomas fisiológicos de la ansiedad y promover la relajación.
4. Establecer Límites a la Preocupación:
Designar un “tiempo de preocupación” específico durante el día y limitar la rumia excesiva puede evitar que la preocupación domine los pensamientos y obstaculice la productividad.
5. Buscar Apoyo:
Hablar con amigos, familiares o profesionales de la salud mental puede brindar validación, perspectiva y estrategias de afrontamiento para manejar la preocupación de manera efectiva.
Fomentar la resiliencia
En última instancia, superar la preocupación excesiva requiere abrazar la incertidumbre inherente a la vida.
Si bien es natural buscar certeza y control, la realidad es que el futuro sigue siendo intrínsecamente impredecible.
Aprender a tolerar la ambigüedad y renunciar a la ilusión del control puede fomentar la resiliencia y empoderar a las personas para enfrentar sus miedos con coraje y aceptación.
Conclusión
La preocupación es un aspecto inevitable de la experiencia humana, pero no tiene por qué dictar el curso de nuestras vidas.
Al comprender su naturaleza, reconocer su impacto y emplear estrategias de afrontamiento efectivas, podemos navegar las aguas turbulentas de la preocupación con mayor resiliencia y gracia.
Abrazar el momento presente y cultivar un sentido de paz interior puede liberarnos de las ataduras de la ansiedad, permitiéndonos vivir de manera más plena y auténtica.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.