La ventilación mecánica invasiva (VMI) es una técnica utilizada en medicina para el tratamiento de pacientes con problemas respiratorios graves que no pueden respirar por sí mismos o cuya respiración es insuficiente. Consiste en la inserción de un tubo en la tráquea del paciente, que se conecta a una máquina que genera un flujo de aire y ayuda a mantener la respiración del paciente. Esta técnica se utiliza en situaciones de emergencia, como en pacientes con trauma grave, en cirugías que requieren anestesia general o en casos de insuficiencia respiratoria aguda.
La VMI es una técnica invasiva y por lo tanto no está exenta de riesgos y complicaciones. Puede causar lesiones en la tráquea, la laringe y los pulmones, y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias. Además, puede causar ansiedad, incomodidad y dolor al paciente.
A pesar de sus riesgos, la VMI es una técnica vital en el manejo de pacientes críticos con problemas respiratorios graves. La monitorización cuidadosa y el manejo adecuado de la ventilación pueden minimizar los riesgos asociados con esta técnica.
En esta sección, exploraremos los principios básicos de la ventilación mecánica invasiva, los diferentes modos de ventilación utilizados, los equipos y herramientas necesarios para su aplicación, y los cuidados que se deben tener en cuenta al usar esta técnica. Además, hablaremos sobre las posibles complicaciones y cómo prevenirlas para asegurar un tratamiento seguro y efectivo del paciente.