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Carcinoma Adenoide Quístico Infiltrante de la Base del Cráneo

El carcinoma adenoide quístico (CAQ) es un cáncer raro pero agresivo conocido por su invasión perineural y propensión a reaparecer. Una revisión sistemática reciente tuvo como objetivo proporcionar un análisis profundo de las características clínicas y las estrategias de manejo del CAQ que se infiltra en la base del cráneo. El estudio, siguiendo las pautas PRISMA, buscó en bases de datos como PubMed, Scopus y Cochrane para recopilar estudios relevantes. Este artículo profundiza en los hallazgos de esta revisión, destacando las características clave de los pacientes, los enfoques de tratamiento y los resultados (1).

La revisión incluyó 17 estudios con un total de 171 pacientes, revelando un predominio femenino (57,9%) y una edad promedio de 49 años. Los datos mostraron que el CAQ afectaba principalmente al seno paranasal (22,2%), seno cavernoso (8,8%) y nasofaringe (7,1%). Una de las características distintivas del CAQ, la invasión perineural, estuvo presente en el 6,4% de los casos. Los síntomas más frecuentemente reportados fueron dolor facial, obstrucción nasal y parestesia facial, lo que subraya el impacto del tumor en la calidad de vida y su naturaleza invasiva.

Carcinoma Adenoide Quistico Infiltrante de la Base del Craneo

Las estrategias de manejo variaron, pero la resección quirúrgica surgió como el enfoque más favorecido, realizada en el 45,6% de los casos. Esta preferencia resalta el papel fundamental de la cirugía en el tratamiento del CAQ de la base del cráneo, a pesar de los desafíos presentados por la proximidad del tumor a estructuras neurovasculares críticas. En contraste, la biopsia se eligió en el 12,2% de los casos, reflejando situaciones en las que un enfoque diagnóstico menos invasivo era necesario o más factible.

La reconstrucción postratamiento del defecto óseo, después de la resección, se logró utilizando la técnica del colgajo libre en el 4,7% de los casos. Específicamente, se utilizaron injertos de músculo abdominal y del muslo anterior en un 1,8% de los pacientes cada uno. Estos métodos de reconstrucción son vitales para restaurar la integridad estructural y la función después de la extracción quirúrgica extensa del tumor.

Las terapias adyuvantes jugaron un papel significativo en el manejo integral del CAQ. La radioterapia se administró al 22,8% de los pacientes, demostrando su importancia en el control de la recidiva tumoral local. La quimioterapia, sin embargo, se empleó con menos frecuencia, administrándose solo al 14,6% de los pacientes. Esta disparidad destaca la eficacia limitada y el papel secundario de la quimioterapia en el tratamiento del CAQ en comparación con las intervenciones quirúrgicas y radioterapéuticas.

A pesar del tratamiento agresivo, se observó una recurrencia del CAQ de la base del cráneo en el 26,9% de los casos durante un período de seguimiento promedio de 30,8 meses. Esta alta tasa de recurrencia enfatiza la naturaleza agresiva del CAQ y la necesidad de un control continuo y posiblemente enfoques terapéuticos más innovadores para mejorar los resultados a largo plazo.

En conclusión, el manejo del CAQ que se infiltra en la base del cráneo sigue siendo un desafío formidable debido a su comportamiento agresivo y proximidad a estructuras neurovasculares esenciales. La revisión subraya la eficacia y seguridad de la resección quirúrgica y la radioterapia, pero también destaca el pronóstico desfavorable asociado con la enfermedad. Estos hallazgos exigen una mayor investigación sobre terapias novedosas y una reevaluación de los paradigmas de manejo actuales para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.