En los últimos años, el uso de aceites esenciales como terapia complementaria en oncología ha ganado una atención significativa. Un estudio detallado en PubMed explora los posibles beneficios y las consideraciones de seguridad del uso de aceites esenciales para controlar síntomas relacionados con el cáncer, como el insomnio y las náuseas. La creciente popularidad de estos remedios naturales exige una comprensión integral entre los profesionales de la salud, en particular las enfermeras, para garantizar un uso seguro y eficaz en entornos clínicos. Este artículo destaca la importancia de la calidad de los aceites esenciales, las pautas de seguridad y el papel de las enfermeras en el apoyo a pacientes con cáncer (1).
Los aceites esenciales, cuando se usan correctamente, pueden aliviar significativamente algunos de los efectos secundarios asociados con los tratamientos contra el cáncer. La lavanda, la menta piperita y la naranja se encuentran entre los aceites más estudiados y utilizados habitualmente en ensayos clínicos. La lavanda es conocida por sus efectos calmantes, que pueden ayudar con el insomnio, mientras que la menta piperita se usa a menudo para combatir las náuseas. El aceite de naranja tiene propiedades estimulantes que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Sin embargo, los beneficios terapéuticos de estos aceites dependen en gran medida de su pureza y uso correcto, ya que la presencia de aditivos sintéticos puede alterar su eficacia y causar daños potenciales, especialmente en pacientes inmunocomprometidos.
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Además, los aceites esenciales son inflamables y deben mantenerse alejados de llamas abiertas. No se deben diluir con agua; en su lugar, se deben usar aceites portadores como el de jojoba, almendras dulces o oliva. También se desaconseja la adición directa de aceites esenciales al agua del baño debido a su potencial para causar irritación en la piel. En su lugar, se debe utilizar un emulsionante como gel de baño o sal. Debe evitarse el contacto con las mucosas o la piel sensible, y cualquier irritación de la piel se puede mitigar aplicando una pequeña cantidad de aceite vegetal o crema.
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