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Acoso Escolar: Impacto en la Salud Infantil

El acoso escolar es un problema significativo de salud pública que representa un grave riesgo para el bienestar y el desarrollo de los niños. El estudio realizado por Richard Armitage destaca la naturaleza generalizada del acoso y sus efectos perjudiciales en la salud, las interacciones sociales y el rendimiento educativo de los niños. Es evidente que las repercusiones del acoso escolar se extienden más allá de la infancia y afectan a las personas hasta la edad adulta. Las diversas formas de acoso, que incluyen el acoso físico directo, el acoso verbal directo, el acoso indirecto y el ciberacoso, contribuyen al impacto generalizado de este problema. En particular, los niños percibidos como diferentes, especialmente en términos de apariencia física, tienen un mayor riesgo de convertirse en víctimas.

Bullying acosos escolar

El estudio revela que a nivel mundial, uno de cada tres niños ha sufrido acoso escolar en el último mes. Sin embargo, existe una considerable variación regional en la prevalencia y los tipos de acoso que se encuentran. Las formas tradicionales de acoso siguen siendo frecuentes, pero el ciberacoso ha surgido como una nueva amenaza, que a menudo se superpone con el acoso tradicional. Esta superposición sugiere que el ciberacoso rara vez crea nuevas víctimas, sino que exacerba el sufrimiento de las que ya son objeto de acoso por medios tradicionales. La frecuencia y la intensidad de los incidentes de acoso escolar están directamente correlacionadas con la gravedad de los resultados negativos para la salud, formando relaciones de dosis-respuesta.

Las consecuencias educativas durante la infancia debido al acoso escolar son profundas. Las víctimas a menudo presentan un rendimiento académico disminuido, un mayor ausentismo y un menor compromiso escolar. El ambiente hostil creado por el acoso escolar socava su capacidad para concentrarse, participar en clase y lograr el éxito académico. Esta interrupción en la educación no solo obstaculiza su aprendizaje inmediato, sino que también limita sus oportunidades y aspiraciones futuras. Las escuelas juegan un papel crucial en abordar este problema, y las intervenciones de aprendizaje cooperativo en toda la escuela han demostrado ser las más prometedoras para mitigar los impactos negativos del acoso escolar.

Las consecuencias para la salud durante la infancia debido al acoso escolar son igualmente alarmantes. Las víctimas de acoso escolar sufren con frecuencia una variedad de problemas de salud física y mental. Son más propensos a experimentar ansiedad, depresión y baja autoestima. El estrés y el trauma asociados con el acoso escolar también pueden manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago y trastornos del sueño. El estudio enfatiza que las víctimas-acosadoras, aquellos que acosan a otros y son acosados ellos mismos, enfrentan los desafíos de salud mental más severos. Su doble papel exacerba su angustia emocional y vulnerabilidad.

Las consecuencias a largo plazo del acoso escolar en la infancia se extienden hasta la edad adulta, afectando diversos aspectos de la vida. Los adultos que fueron acosados en la infancia a menudo luchan con problemas persistentes de salud mental, incluida la depresión y la ansiedad crónicas. También pueden enfrentar dificultades para formar y mantener relaciones, ya que el trauma de sus experiencias pasadas continúa influyendo en sus interacciones sociales. Además, el impacto negativo en su educación y autoestima puede limitar sus perspectivas profesionales y estabilidad financiera, perpetuando un ciclo de desventaja y sufrimiento.

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La prevención del acoso escolar es esencial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se deben implementar estrategias de prevención efectivas a múltiples niveles, con un enfoque particular en las escuelas. Las intervenciones de aprendizaje cooperativo en toda la escuela, donde estudiantes, maestros y padres colaboran para crear un ambiente solidario e inclusivo, han demostrado un éxito significativo. Estos programas no solo reducen los incidentes de acoso escolar sino que también promueven comportamientos sociales positivos y la resiliencia entre los estudiantes. Además, proporcionar vías claras de gestión y derivación para los profesionales de la salud que se ocupan del acoso escolar infantil es crucial para la intervención temprana y el apoyo.

A pesar de la disponibilidad de servicios especializados a nivel local y en línea, sigue existiendo una brecha en los procesos sistemáticos de gestión y derivación para manejar los casos de acoso escolar infantil tanto en atención primaria como secundaria. Los profesionales de la salud necesitan una mejor formación y recursos para reconocer y abordar los problemas relacionados con el acoso escolar de manera eficaz. Al cerrar esta brecha, los proveedores de atención médica pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a las víctimas, ofreciendo intervenciones adecuadas y garantizando que se salvaguarden la salud y el bienestar a largo plazo de los niños afectados. (1) Armitage R. Bullying in children: impact on child health. BMJ Paediatr Open. 2021 Mar 11;5(1):e000939. doi: 10.1136/bmjpo-2020-000939. PMID: 33782656; PMCID: PMC7957129.