La capacidad vital (CV) es el volumen total de aire que puede expulsarse tras una inspiración completa (American Thoracic Society / European Respiratory Society).
Lamentablemente la fuerza de los músculos respiratorios no puede ser inferida a partir de la fuerza de otros músculos esqueléticos o de la presencia de disnea.
En consecuencia la CV puede proveer información objetiva que no se obtiene mediante la historia clínica o el examen físico.
Esta determinación es tan simple y barata que no suele considerarse. Todo lo que se necesita es algún tipo de espirómetro para obtenerla.
La inspiración máxima desde capacidad residual funcional requiere una contracción de los músculos inspiratorios suficiente como para vencer la resistencia elástica a la insuflación de los pulmones y la caja torácica.
Asimismo la espiración máxima desde la capacidad pulmonar total requiere una contracción de los músculos espiratorios capaz de vencer la resistencia elástica a la deflación de los pulmones y de la caja torácica.
Por lo tanto la medición de la capacidad vital permite evaluar la fuerza de los músculos inspiratorios y espiratorios en forma sencilla y rápida.
Capacidad vital forzada
La CV medida con una espiración forzada puede ser inferior a la medida con una espiración más lenta, por lo que suele usarse el término capacidad vital forzada (FVC, forced vital capacity).
Su valor normal es de unos 3 – 5 litros, y debe ser mayor del 80 % del valor teórico.
La FVC es una medida del volumen expulsado, y cualquier disminución de éste afecta a la capacidad ventilatoria.
La debilidad de los músculos inspiratorios, de los músculos espiratorios o de ambos, debe ser de cierta magnitud para disminuir la capacidad vital dado que se requiere relativamente poca presión para generar una capacidad vital normal.
La fuerza de los músculos respiratorios debe estar manifiestamente disminuida para que caiga la capacidad vital.
Empero hay otras alteraciones torácicas pulmonares incluso abdominales que pueden influir en la capacidad vital y esto debe ser considerado en la interpretación de los resultados, algo que no suele ser difícil de lograr clínicamente.
Así la simple medición de la capacidad vital permite determinar en qué medida están involucrados los músculos respiratorios en una determinada enfermedad, cuantificar el efecto del tratamiento y la progresión de la enfermedad y decidir cuando se debe iniciar la ventilación mecánica.
Por debajo del 13-15 mL/kg suele ser necesario recurrir a este tipo de ventilación.
Capacidad vital lenta
La capacidad vital lenta (CV, CVL, o en inglés Vital Capacity, VC, o Slow Vital Capacity, SVC) es la cantidad de aire que se moviliza en una inspiración o espiración máximas no forzadas.
Las directrices de la American Thoracic Society / European Respiratory Society (ATS / ERS) recomiendan el uso de CV lento (SVC) como denominador para calcular el índice de Tiffeneau.
En individuos normales, la CV refleja las propiedades del parénquima pulmonar, mientras que, en aquellos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, refleja las propiedades de las vías respiratorias.
La reducción de la compresión del gas torácico durante una maniobra de SVC explica el hecho de que, incluso en individuos sanos, existe una diferencia entre SVC y FVC (ΔSVC-FVC), que es más pronunciada en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva.
Causas que disminuyen la CV
Las causas de la reducción del volumen expulsado son:
- Enfermedades de la caja torácica, como la cifoescoliosis, la espondilitis anquilosante y las lesiones agudas;
- Enfermedades que afectan a la inervación de los músculos respiratorios o a los propios músculos, como la poliomielitis y la distrofia muscular;
- Alteraciones de la cavidad pleural, como el neumotórax y el engrosamiento pleural;
- Enfermedades del propio pulmón, como la fibrosis, que disminuyen su distensibilidad;
- Lesiones expansivas, como los quistes;
- El aumento del volumen sanguíneo pulmonar, como en la insuficiencia cardíaca izquierda.
Además, hay enfermedades de las vías respiratorias que hacen que éstas se cierren en forma prematura durante la espiración, con lo que se limita el volumen que puede expulsarse, que es el caso del asma y la bronquitis.
Capacidad vital en diferentes decúbitos
La determinación de la capacidad vital con el paciente sentado y luego en decúbito dorsal también revista interés.
Un descenso de aproximadamente el 20% sugiere debilidad diafragmática global o parálisis unilateral mientras que una caída de 50% sugiere fuertemente el diagnóstico de parálisis bilateral.
Es realmente llamativo que la capacidad vital no se mide en forma sistemática durante el seguimiento de los pacientes con enfermedades neuro musculares.
La determinación de este parámetro suele efectuarse en los estadios avanzados en enfermedad o sólo ocasionalmente en la UTI.
La conclusión es ineludible. En las enfermedades neurológicas agudas tales como el síndrome de Guillain barre, la poliomelitis, el botulismo y la miastenia grave, la capacidad vital es la prueba más importante a realizar y debe ser repetida con frecuencia.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.