La reanimación cardiopulmonar (RCP) representa la atención primaria del paro cardiorrespiratorio (PCR), es decir, el cese de la actividad mecánica del corazón.
El PCR se caracteriza por la desaparición repentina ( espontánea) de la ventilación y la circulación.
En este contexto, la reanimación cardiopulmonar básica provee ventilación y circulación artificial hasta que pueda brindarse apoyo vital avanzado o restablecer la función cardiopulmonar.
¿Qué es la reanimación cardiopulmonar?
Se denomina reanimación cardiopulmonar (RCP) al conjunto de medidas implementadas con el fin de revertir la parada cardíaca.
Se distinguen dos niveles de complejidad creciente y consecutiva:
- El soporte vital básico (SVB)
- El apoyo vital avanzado (ACLS)
Es importante tratar de establecer la causa que condujo al paro tan pronto como sea posible.
El objetivo inicial de la reanimación cardiopulmonar es revertir la muerte clínica.
El objetivo final es preservar la vida, restaurar la salud y limitar la discapacidad.
Causas de paro cardiorrespiratorio (PCR)
Las causas más frecuentes de paro cardiorrespiratorio en adultos son las arritmias y de ellas la más importante es la fibrilación ventricular (FV).
Otras son la taquicardia ventricular (TV) sin pulso, asistolia y disociación electromecánica (DEM).
En estos últimos dos casos, sólo el 10 al 20% de los enfermos sobrevive, en tanto que la FV tratada de manera adecuada representa 85 a 95% de los sobrevivientes.
Las causas de paro cardiorrespiratorio fuera del hospital difieren de las observadas dentro de éste, ya que en la primera situación la FV se debe a la inestabilidad eléctrica; en cambio, cuando la FV ocurre dentro del hospital, casi siempre es resultado de un infarto del miocardio o isquemia grave.
En los niños, los factores más comunes de PCR se relacionan con problemas ventilatorios y la FV aparece hasta en 15%.
Causas reversibles de PCR (y la intervención terapéutica)
Las 5 “H”
- Hipovolemia: infusión de volumen
- Hipoxia: oxigenación, ventilación
- Hidrogenión (acidosis): buffers, ventilación
- Hipo-hiperpotasemia: cloruro de calcio, bicarbonato de sodio
- Hipotermia / hipertermia: medidas de recalentamiento / enfriamiento
Las 5 “T”
- Tensión, neumotórax: descompresión con aguja
- Taponamiento cardíaco: pericardiocentesis
- Toxinas: rescate del tóxico, antídoto específico
- Trombosis pulmonar: fibrinolíticos, eventualmente embolectomía
- Trombosis coronaria: trombolíticos
Cadena de supervivencia de la American Heart Association
La AHA (American Heart Association) establece una cadena de supervivencia frente al paro cardiorrespiratorio distinguiendo si el evento ocurre en un ámbito intrahospitalario (PCIH) o extrahospitalario (PCEH).
El mayor índice de supervivencia en el paro cardíaco solo puede ser alcanzado cuando la siguiente secuencia de eventos es realizada tan rápido como sea posible:
- Reconocer los signos tempranos de alarma
- Activar el sistema de emergencias
- Realizar Soporte Vital Básico (SVB)
- Desfibrilar
- Manejar la vía aérea y ventilación
- Administrar medicamentos intravenosos
Acciones preliminares
Lo primero que se debe hacer es cuidar la seguridad del reanimador y de la víctima.
Es primordial no poner en peligro la seguridad física del reanimador, puesto que si sufre daño, habrá dos víctimas para rescatar y esto no sólo complicará más aún la labor del sistema de emergencias, sino que disminuirá las posibilidades de sobrevida del paciente que se trataba de reanimar inicialmente.
A continuación, deberá evaluar la capacidad de respuesta. Examine a la víctima y vea si responde. Sacúdala suavemente por los hombros y pregunte en voz alta:
“¿Está usted bien?”
Si no responde:
- ACTIVAR EL SISTEMA DE EMERGENCIAS
– Una vez verificada la falta de respuesta, el reanimador debe pedir ayuda de inmediato.
– Puede pedir ayuda dentro del hospital, o bien llamando al número de emergencias local (911).
Cuándo conseguir ayuda
El escenario variará dependiendo de si:
- el reanimador está solo o acompañado,
- si la etiología del paro es respiratoria o cardíaca,
- la distancia al punto más cercano de ayuda (por ejemplo un teléfono),
- el sistema operativo de los servicios de emergencias médicas.
Si se sospecha de un problema cardíaco (arritmia o infarto) se deberá conseguir ayuda lo más rápido posible. No se debe comenzar la reanimación (RCP) sin antes pedir ayuda previamente salvo que haya dos operadores.
Si la víctima es un adulto (se considera 8 años o más) y hay un solo reanimador, éste debe dar por supuesto que se trata de un problema cardíaco e ir a buscar ayuda inmediatamente.
En cambio, si la causa probable es respiratoria (vía aérea y ventilación), y el paciente se ha ahogado o es un niño que ha tenido una obstrucción de la vía aérea, el reanimador debe llevar a cabo la resucitación durante un minuto aproximadamente antes de ir en busca de ayuda.
Posición de la víctima y el rescatador
Coloque a la víctima en decúbito supino con los brazos al lado del cuerpo sobre una superficie plana y firme, en caso de tener que rotar a la víctima y ante la sospecha que pueda haber ocurrido un traumatismo, deberá mantenerse la cabeza, el cuello y el tronco en línea recta para estabilizar la columna vertebral.
El reanimador se colocará arrodillado al lado de la víctima, a la altura de los hombros.
Apertura de la vía aérea
En la persona inconsciente la causa más común de obstrucción de la vía aérea superior es la pérdida de tono de los músculos del piso de la boca.
Esto hace que la lengua caiga hacia atrás y ocluya la vía aérea a nivel de la faringe y que la epiglotis ocluya la vía aérea en la laringe.
Técnicas básicas para abrir la vía aérea
Las dos técnicas básicas para abrir la vía aérea son:
- La maniobra de extensión de la cabeza – elevación del mentón;
- La maniobra de tracción de la mandíbula
Si no hay evidencia de trauma, es aconsejable la maniobra de extensión de cabeza y elevación del mentón.
La maniobra de extensión de la cabeza – elevación del mentón
- Coloque la mano en la frente e incline suavemente la cabeza del paciente hacia atrás manteniendo libres su pulgar e índice para taparle la nariz si es necesaria la respiración boca a boca (desaconsejado en pandemia COVID -19).
- Retire cualquier obstrucción visible liquida o sólida de la boca de la víctima con los dedos cubiertos con una gasa, incluyendo dentaduras postizas desplazadas. Observación: si las dentaduras están bien ubicadas es aconsejable dejarlas en su sitio ya que se consigue una mejor adaptación de la máscara del resucitador manual.
- Coloque la punta de los dedos de la otra mano bajo el vértice de la barbilla de la víctima y traccione hacia arriba la mandíbula para elevar el mentón y abrir la vía aérea.
La maniobra de tracción de la mandíbula
Los reanimadores pertenecientes al equipo de salud deberán también ser expertos en la maniobra de tracción del maxilar inferior.
Esta mantiene la posición neutra de la columna cervical frente a la sospecha de lesión.
- Coloque una mano a cada lado de la cabeza de la víctima, con los codos apoyados en la superficie en que se encuentra acostado el paciente.
- Sujete los ángulos del maxilar inferior y elévelos con ambas manos.
- Si los labios se cierran, puede retraer el labio inferior con el pulgar.
Esta técnica sin extensión de la cabeza es la maniobra inicial más segura para abrir la vía aérea en caso de sospecha de trauma de columna vertebral.
Reconocimiento temprano del paro cardiorrespiratorio
El reconocimiento temprano y la aplicación inmediata de la reanimación cardiopulmonar son esenciales.
En los casos de PCR secundario a FV la supervivencia declina un 10% por cada minuto transcurrido sin desfibrilación; pasado 12 minutos ésta solo alcanza el 2 al 5%.
La confirmación exige verificar la reacción a estímulos, respiración y signos circulatorios.
La determinación del pulso se consideraba tradicionalmente el gold standard de los signos circulatorios. Las recomendaciones actuales incluyen constatación de la respiración, la presencia de reflejo tusígeno y el movimiento secundario a estímulos.
La identificación del pulso se realiza con la palpación de los pulsos centrales, carotídeo o femoral.
El pulso deberá evaluarse durante 5 a 10 segundos. Para localizar la arteria carótida, mantenga extendida la cabeza con una mano sobre la frente de la víctima y localice la nuez de Adan con 2 o tres dedos.
Deslice luego los dedos hacia el mismo lado que se encuentra el operador dentro del surco entre la tráquea y el borde anterior del esternocleidomastoideo, donde se puede palpar el pulso carotídeo.
La ausencia de todos los signos anteriores confirma el paro cardiorrespiratorio.
Que hacer si la víctima respira normalmente
Las víctimas que no respondan pero mantengan adecuada circulación y respiración pueden ser colocadas en posición lateral de seguridad (posición de recuperación) evitando obstrucción de la vía aérea con la lengua y permitiendo un adecuado drenaje de fluidos (moco y vómito).
La obstrucción de la vía aérea por desplazamiento de la lengua hacia atrás, cuerpos extraños, secreciones o vómitos es mucho más frecuente en los pacientes inconscientes que respiran espontáneamente.
La posición lateral de recuperación debe permitir un buen acceso a la vía aérea, un adecuado drenaje de las secreciones y poder girar en cualquier momento la víctima a decúbito supino de una forma fácil y segura.
Resumen de las acciones preliminares
- Reconocimiento de la escena. Resguardo de la víctima y el operador.
- Evaluar la capacidad de respuesta (“¿Está usted bien?”).
- Pedir ayuda a alguien cerca
- Comprobar pulso (carotídeo) y respiración simultáneamente (M.E.S) en 10 segundos. Diferenciar respiración normal de “gasping” (respiración agónica).
- Activar el sistema de emergencias por telefonía móvil.
- Tratar de hacerse de un DEA y equipo de emergencias.
El DEA (desfibrilador externo automático) es un tipo de desfibrilador computarizado que analiza automáticamente el ritmo cardíaco de una persona que está sufriendo un paro cardiorrespiratorio. De ser necesario, libera una descarga eléctrica para intentar restablecer el ritmo cardíaco normal.
Se clasifica al paciente en tres grupos:
GRUPO I: El paciente tiene respiración normal y pulso. Se coloca en posición lateral de seguridad, se monitoriza y se espera a que llegue la ambulancia.
GRUPO II: Hay ausencia de respiración pero hay pulso. Paro respiratorio. Se dan respiraciones cada 6 segundos (10 por minuto). Cada dos minutos se verifica el pulso. Si llega a detenerse, se pasa al tercer grupo.
GRUPO III: El paciente no tiene pulso ni está respirando. Paro cardiorrespiratorio. Una vez activado el servicio de emergencia y solicitado un DEA se comienza con la reanimación cardiopulmonar (RCP).
- Ciclos de 30 compresiones, 2 ventilaciones (cada una separada por 1 segundo).
- Utilice el DEA inmediatamente esté disponible.
Es mejor prevenir que lamentar
- Ante cualquier duda se inicia RCP
- Es mayor el potencial beneficio que el riesgo
Lo más importante es hacer las compresiones
- Idealmente añadir ventilaciones
Se debe activar simultáneamente el sistema de emergencias con el RCP
- Si no se puede, primero se activa el sistema de emergencias.
Cómo hacer las compresiones torácicas
A continuación describiremos la técnica del masaje cardíaco externo (compresiones):
- Localiza con la mano más próxima a los pies de la víctima la mitad inferior del esternón (tercio inferior).
- Utilizando el índice y el dedo medio identifica el borde de la costilla inferior más cercano a ti. Manteniendo juntos los dedos deslízalos hacia arriba hasta el punto en que las costillas se unen al esternón. Con el dedo medio en ese punto coloca el índice sobre el esternón.
- Coloca el talón de la otra mano sobre la mitad inferior del esternón, justo entre ambos pezones hasta que alcance a su índice.
- Coloca la segunda mano sobre la primera, apoyándola en el punto en que la palma se une a la muñeca.
- Extiende o entrelaza los dedos de ambas manos y levántalos para asegurarse de no ejercer presión sobre las costillas.
- La presión no debe ser sobre el abdomen ni sobre el extremo final del esternón.
- Colócate verticalmente sobre el pecho de la víctima y con los brazos extendidos rectos, de tal modo que los hombros deben quedar en la misma línea que las manos, y se las debe poder mirar.
- Comprime sobre el esternón para hacerlo descender unos 5 a 6 centímetros.
- Deja de realizar toda la presión sin perder contacto entre la mano y el esternón, y vuelve a repetir a una frecuencia de 100 a 120 por minuto.
- Permite la descompresión total del tórax.
Compresiones torácicas de calidad
- Idealmente en supino y en el sitio de paro
- Tercio inferior del esternón
- Comprimir 5 a 6 cm / 100 a 120 por minuto / descompresión completa del tórax
- Cambiar de operador cada dos minutos si hay más de uno
- NO verificar el pulso después de la desfibrilación. Se debe completar un ciclo (2 minutos) de 30 compresiones – 2 ventilaciones
Desfibrilación
La mayoría de los sobrevivientes de un paro cardiorrespiratorio son aquellos que presentan una FV / TV (fibrilación ventricular, taquicardia ventricular) sin pulso, cuyo tratamiento específico es la desfibrilación.
La sobrevida de la víctima puede alcanzar un 90% cuando la desfibrilación se realiza dentro del primer minuto luego del colapso.
Por cada minuto que persista la FV ocurre una disminución en la sobrevida de aproximadamente un 10 por ciento.
Clasificación de los desfibriladores
Los desfibriladores se distinguen principalmente en dos categorías: externos e internos *.
A su vez, los externos con clasificados por descarga y tipo de usuario.
- Descarga: los desfibriladores externos se dividen en monofásicos y bifásicos.
– Monofásicos: una sola corriente de descarga. Tres opciones de choque: 200, 300 y 360 julios en una sola dirección.
– Bifásicos: corriente doble que cambia de polaridad durante la descarga y causa menos daño miocárdico. Se les considera más eficaces y consumen menos energía. - Tipo de usuario: equipos manuales, semiautomáticos y automáticos.
– Manuales: usados por personal sanitario
– Semiautomáticos: usados en espacios públicos (ej. aeropuertos).
– Automáticos: DEA (Desfibrilador Externo Automático).
*Los desfibriladores internos se insertan en el cuerpo del paciente de la misma forma que un marcapaso.
DEA
El DEA es un desfibrilador computarizado fácil de manejar, capaz de analizar el ritmo cardíaco, cargarse hasta el nivel de energía apropiado para la descarga y dar al reanimador indicaciones verbales para guiar sus acciones.
Guía para utilizar un DEA
- Coloque el DEA cerca de la oreja izquierda de la víctima, ya que permite un mejor acceso a los controles del aparato y es más fácil colocar los electrodos.
- Encienda el DEA.
- Fije los electrodos del DEA al tórax desnudo del paciente.
- Los electrodos se colocan en el borde esternal superior derecho directamente por debajo de la clavícula y a nivel del quinto espacio intercostal izquierdo en la línea medioaxilar.
- Analice el ritmo con el DEA
- El equipo determina si el ritmo es reversible con la descarga.
- A través de un mensaje de voz y luz indicará que aconseja la descarga.
- El operador deberá decir la frase: “ALEJARSE”.
- La persona que oprime el botón de descargar es responsable de que nadie esté en contacto con la víctima.
- APLIQUE LA DESCARGA
- Reanude inmediatamente el RCP y NO VERIFIQUE EL PULSO INMEDIATAMENTE.
- Después de un ciclo de RCP (dos minutos) verifique el pulso.
Guías internacionales de reanimación cardiopulmonar
Las primeras acciones de Cuidados Cardíacos de Emergencia (CCE), definidos como un programa comunitario de atención, fueron realizadas por la Asociación Americana del Corazón (AHA) y estaban enfocadas hacia el entrenamiento en soporte vital básico y avanzado.
Se desarrollaron guías basadas en la opinión y trabajos de expertos que fueron adoptadas por el mundo como “Guías de RCP”.
Con la aparición de nuevas organizaciones, la cooperación internacional se volvió una necesidad, ya que estas nuevas entidades presentaban diferencias culturales así como diferentes estructuras en el cuidado de la salud.
En 1992 se formó una Alianza Internacional entre los Comités de Resucitación: el ILCOR (International Liaison Committee on Resuscitation)
Actualmente el organismo está integrado por:
- American Heart Association (AHA)
- European Resuscitation Council (ERC)
- Heart and Stroke Foundation of Canada (HSFC)
- Resuscitation Council of Asia (RCA)
- InterAmerican Heart Foundation (IAHF)
- The Resuscitation Council of Southern Africa (RCSA)
- Australian and New Zealand Committee on Resuscitation (ANZCOR)
Referencias y links de interés
1. International Liaison Committee on Resuscitation. https://www.ilcor.org/
2. American Heart Association (AHA). https://www.heart.org/
3. European Resuscitation Council (ERC). https://www.erc.edu/
4. Heart and Stroke Foundation of Canada (HSFC). https://www.heartandstroke.ca/
5. Resuscitation Council of Asia (RCA). http://resuscitationcouncil.asia/
6. InterAmerican Heart Foundation (IAHF). https://interamericanheart.org/
7. The Resuscitation Council of Southern Africa (RCSA). https://resus.co.za/
8. Australian and New Zealand Committee on Resuscitation (ANZCOR). https://resus.org.au/
9. Idris AH, Bierens JJLM, Perkins GD, Wenzel V, Nadkarni V, Morley P, Warner DS, Topjian A, Venema AM, Branche CM, Szpilman D, Morizot-Leite L, Nitta M, Løfgren B, Webber J, Gräsner JT, Beerman SB, Youn CS, Jost U, Quan L, Dezfulian C, Handley AJ, Hazinski MF. 2015 Revised Utstein-Style Recommended Guidelines for Uniform Reporting of Data From Drowning-Related Resuscitation: An ILCOR Advisory Statement. Circ Cardiovasc Qual Outcomes. 2017 Jul;10(7):e000024. doi: 10.1161/HCQ.0000000000000024. PMID: 28716971; PMCID: PMC6168199.
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