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Enfoque social-cognitivo: teoría de la atribución en la psicología deportiva

Después de analizar la teoría de la meta de logro, es momento de retomar el segundo de los enfoques sociocognitivos de la motivación en psicología del deporte: la teoría de la atribución (TA). Esta teoría estudia cómo las personas construyen explicaciones de eventos cotidianos, como los éxitos y fracasos que experimentan. Identificada en años recientes como una tendencia teórica crucial para el estudio científico de cómo las personas hacen deducciones causativas sobre la conducta (Alicke et al., 2015), la TA se basa en la metáfora del “científico intuitivo”, sugiriendo que todos actúan como científicos en su vida cotidiana al decidir si una conducta refleja algo único de la persona que la ejecutó o si fue resultado de ciertos aspectos de la situación.

teoría de la atribución en la psicología deportiva

La TA explora las explicaciones que las personas dan a determinados eventos en su vida, así como a las causas de su propia conducta y la de otros, siendo especialmente probable ante eventos negativos, nuevos o inesperados (Coffee, 2014). En psicología del deporte, la TA fue un tema prominente en la década de 1980-89 (Biddle y Hanrahan, 1998; Biddle et al., 2001; McAuley y Blissmer, 2002), aunque su popularidad disminuyó desde el año 2000 (Rees et al., 2005). Para comprender su pertinencia en los procesos motivacionales en el deporte, es esencial conocer su información básica.

El término atribución se asocia con Heider (1958), uno de los padres de este campo, refiriéndose a las causas que las personas proponen cuando tratan de explicar por qué les sucedió algo. Por ejemplo, un jugador de tenis podría atribuir su victoria a su actitud de “nunca te rindas”, mientras que un director técnico de fútbol podría atribuir la derrota de su equipo a decisiones desfavorables del árbitro. Este contraste ilustra la diferencia entre atribuciones disposicionales (internas), que refieren a cualidades personales del atleta, y atribuciones situacionales (externas), relacionadas con causas ambientales de un resultado. Las atribuciones también varían en estabilidad y controlabilidad, dimensiones fundamentales según Weiner (1985).

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En psicología del deporte, una de las primeras cuestiones de la atribución abordadas fue si los ganadores difieren de los perdedores en el tipo de explicación que ofrecen de su conducta deportiva. Generalmente, los ganadores tienden a favorecer atribuciones internas y controlables, como el grado de preparación, mientras que los perdedores a menudo culpan factores externos (Biddle y Hanrahan, 1998). Este patrón de atribución del éxito puede predecir futuros logros, ya que la internalización de causas controlables fomenta la motivación y el esfuerzo continuado.

El sesgo de autocomplacencia es otra tendencia común en las atribuciones, donde las personas tienden a atribuir los éxitos a factores internos y los fracasos a factores externos. En el contexto deportivo, los entrenadores y jugadores a menudo utilizan estas atribuciones para proteger su autoestima y mantener una imagen positiva. Un ejemplo notable es la reacción de los jugadores ingleses tras su desempeño en la Copa Mundial de 2010, culpando a su director técnico de los resultados negativos (Northcroft y Walsh, 2010).

La relación entre las atribuciones de los atletas y sus respuestas emocionales ante el bajo rendimiento en competiciones también ha sido estudiada. Allen et al. (2011a) encontraron que las emociones de los golfistas estaban vinculadas con las atribuciones de su bajo rendimiento, mostrando altos niveles de enojo cuando atribuían su desempeño a factores internos y estables. Este hallazgo subraya la importancia de las atribuciones en la gestión emocional de los atletas.

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Rees et al. (2005) sugieren que la investigación sobre atribuciones en psicología del deporte podría beneficiarse de un enfoque que permita investigar los efectos interactivos de las atribuciones de controlabilidad y generalización del rendimiento deportivo. Por ejemplo, atribuir un bajo rendimiento a causas incontrolables puede tener efectos negativos si también se perciben como estables, globales y personales. Ayudar a los atletas a cambiar su modo de explicar los eventos, combinando atribuciones incontrolables con percepciones de inestabilidad y especificidad, podría mejorar su rendimiento y bienestar emocional.

(1) Cook DA, Artino AR Jr. Motivation to learn: an overview of contemporary theories. Med Educ. 2016 Oct;50(10):997-1014. doi: 10.1111/medu.13074. PMID: 27628718; PMCID: PMC5113774.