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9 Consejos de Nutrición para Controlar la Enfermedad de Crohn

Consejos de Nutrición para Controlar la Enfermedad de Crohn

Vivir con la enfermedad de Crohn puede presentar muchos desafíos, especialmente cuando se trata de mantener una nutrición adecuada.

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que puede causar inflamación en cualquier parte del tracto digestivo, lo que conduce a síntomas como dolor abdominal, diarrea, fatiga y pérdida de peso.

Si bien no hay una cura para la enfermedad de Crohn, el manejo de la dieta puede desempeñar un papel crucial en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida en general (1).

Aquí hay nueve consejos de nutrición para ayudar a los pacientes a manejar efectivamente la enfermedad de Crohn:

Consejos de Nutrición para Controlar la Enfermedad de Crohn

Consejos de Nutrición para Controlar la Enfermedad de Crohn

Mantenerse Hidratado:

La diarrea crónica es un síntoma común de la enfermedad de Crohn, lo que puede llevar a la deshidratación.

Es esencial beber muchos líquidos, como agua, tés de hierbas y bebidas ricas en electrolitos como el agua de coco, para mantener los niveles de hidratación.

Evite las bebidas con cafeína y el exceso de azúcar, ya que pueden agravar la deshidratación y empeorar los síntomas.

Centrarse en Alimentos de Fácil Digestión:

Durante los brotes, su sistema digestivo puede tener dificultades para procesar ciertos alimentos.

Manténgase en una dieta baja en residuos que consista en alimentos de fácil digestión, como vegetales cocidos (sin piel), frutas maduras (sin semillas), carnes tiernas y granos refinados.

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Cocinar al vapor, hervir o hornear los alimentos puede hacer que sean más fáciles de digerir en comparación con las opciones crudas o fritas.

Monitorear la Ingesta de Fibra:

Si bien la fibra es esencial para la salud digestiva, puede ser problemática para las personas con enfermedad de Crohn, especialmente durante los brotes.

Los alimentos ricos en fibra como los granos enteros, nueces, semillas y frutas y verduras crudas pueden empeorar los síntomas como gases, hinchazón y diarrea.

Experimente con alternativas bajas en fibra como arroz blanco, pan refinado y frutas peladas para minimizar la incomodidad.

Considerar una Dieta Baja en FODMAP:

Los FODMAP (Oligosacáridos Fermentables, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles) son ciertos tipos de carbohidratos que pueden fermentar en el intestino y desencadenar síntomas digestivos en algunas personas.

Seguir una dieta baja en FODMAP, bajo la supervisión de un profesional de la salud, puede ayudar a aliviar los síntomas de hinchazón, gases y dolor abdominal en personas con enfermedad de Crohn.

Incluir Proteínas Magras:

La proteína es crucial para la reparación de tejidos y la función inmunológica, especialmente para las personas con enfermedad de Crohn que pueden experimentar inflamación y daño tisular en el tracto digestivo.

Opte por fuentes magras de proteínas como aves sin piel, pescado, huevos, tofu y legumbres.

Evite cortes grasos de carne y carnes procesadas, que pueden ser difíciles de digerir y pueden exacerbar la inflamación.

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Incorporar Grasas Saludables:

Mientras que algunas grasas pueden exacerbar la inflamación, otras tienen propiedades antiinflamatorias y son beneficiosas para las personas con enfermedad de Crohn.

Enfoque en consumir grasas saludables como las que se encuentran en pescados grasos (salmón, caballa), aguacates, nueces, semillas y aceite de oliva.

Estas grasas pueden ayudar a reducir la inflamación y apoyar la salud digestiva en general.

Probióticos y Alimentos Fermentados:

Los probióticos son bacterias beneficiosas que promueven un equilibrio saludable de la flora intestinal, lo cual es esencial para una digestión adecuada y la función inmunológica.

Considere incorporar alimentos ricos en probióticos como yogur, kéfir, chucrut y kimchi en su dieta.

Alternativamente, puede tomar suplementos de probióticos bajo la orientación de un profesional de la salud para ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad de Crohn.

Limitar los Productos Lácteos:

Muchas personas con enfermedad de Crohn tienen dificultades para digerir la lactosa, el azúcar que se encuentra en los productos lácteos.

Si es intolerante a la lactosa o experimenta malestar digestivo después de consumir lácteos, considere limitar o evitar por completo los productos lácteos.

Opte por alternativas sin lactosa como leche sin lactosa, leche de almendras o leche de soya, y elija quesos sin lactosa o madurados.

Escuchar a su Cuerpo:

La experiencia de cada persona con la enfermedad de Crohn es única, por lo que es esencial prestar atención a cómo responde su cuerpo a diferentes alimentos y ajustar su dieta en consecuencia.

Lleve un diario alimentario para hacer un seguimiento de sus síntomas e identificar posibles desencadenantes.

Trabaje en estrecha colaboración con un profesional de la salud, como un dietista registrado o un gastroenterólogo, para desarrollar un plan de nutrición personalizado que satisfaga sus necesidades individuales y ayude a controlar su enfermedad de Crohn de manera efectiva.

Conclusión

En conclusión, manejar la enfermedad de Crohn requiere atención cuidadosa a la dieta y la nutrición.

Al mantenerse hidratado, centrarse en alimentos de fácil digestión, monitorear la ingesta de fibra, considerar una dieta baja en FODMAP y agregar proteínas magras, grasas saludables, probióticos y alimentos fermentados a su dieta, puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar su calidad de vida en general.

Recuerde escuchar a su cuerpo, hacer un seguimiento de sus síntomas y buscar orientación de profesionales de la salud para desarrollar un plan de nutrición que funcione mejor para usted.