Las pruebas de laboratorio pueden ayudar a descartar afecciones médicas que se asemejan a la esquizofrenia y proporcionar más información sobre la condición.
La esquizofrenia es un trastorno mental complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas específicos pueden variar según la persona, pero los criterios de diagnóstico son los mismos.
Si usted o un ser querido experimenta síntomas de esquizofrenia, tenga en cuenta que establecer el diagnóstico puede ser un desafío, pero hay ayuda disponible. Un profesional de la salud calificado puede ayudarlo a comprender mejor sus síntomas.
Si bien no hay pruebas que puedan diagnosticar la esquizofrenia, un análisis de laboratorio puede ayudar a descartar otras afecciones médicas que puedan causar síntomas similares a la esquizofrenia.
¿Qué análisis de laboratorio se realizan para la esquizofrenia?
Recuento sanguíneo completo (CSC)
Se puede solicitar un CSC para descartar otras afecciones médicas que puedan causar síntomas similares a los observados en la esquizofrenia. Un CSC mide los niveles de diferentes componentes sanguíneos, incluyendo:
- Glóbulos rojos y blancos
- Plaquetas
- Hemoglobina y hematocrito
Perfil metabólico completo (PMC)
Un PMC es un análisis de sangre que mide los niveles de diferentes sustancias químicas en la sangre. Al igual que el CSC, su objetivo es evaluar su salud general y excluir otras afecciones médicas que puedan causar síntomas psiquiátricos. Un PMC incluye las siguientes mediciones:
- Glucosa
- Electrolitos
- Enzimas hepáticas
- Función renal
- Proteína/albúmina
Análisis de orina y detección de drogas
Existen algunos fármacos que pueden provocar síntomas como alucinaciones y paranoia, similares a los síntomas positivos de la esquizofrenia (como alucinaciones o delirios). El propósito de los análisis de orina y detección de drogas es detectar la presencia de estas sustancias.
Los análisis de orina implican recolectar una muestra de orina para su análisis, mientras que otros métodos de detección de drogas suelen implicar la extracción de una muestra de sangre. Ambas muestras se analizan para determinar la cantidad de la sustancia específica que se busca en la sangre o la orina.
Resonancia magnética cerebral (RM)
La resonancia magnética (RM) es un estudio de imagen que se puede solicitar cuando se sospecha un tumor. Un tumor puede afectar el cerebro y causar síntomas similares a los de la esquizofrenia. Una RM también produce imágenes detalladas del cerebro para buscar anomalías estructurales, que a veces pueden observarse en la esquizofrenia.
Tomografía computarizada cerebral (TC)
Las tomografías computarizadas (TC) pueden solicitarse con un propósito similar al de las RM cerebrales. Sin embargo, las TC suelen ser más rápidas que las RM y también pueden proporcionar imágenes de los huesos y los tejidos blandos.
Las TC a veces se prefieren a las RM si tienes un implante metálico o si se necesita un diagnóstico rápido. La principal desventaja de las TC es que exponen a la persona a altos niveles de radiación nociva.
Tomografía por emisión de positrones (PET)
Las tomografías por emisión de positrones (PET) utilizan un trazador radioactivo y una cámara especial para crear imágenes de la actividad cerebral. El trazador se inyecta en la sangre y luego libera señales radiactivas medibles (positrones). Una PET puede proporcionar información sobre la función específica de determinadas regiones del cerebro. Mientras que una RM y una TC pueden identificar cambios estructurales, una PET puede identificar cambios funcionales.
Electroencefalograma (EEG)/Magnetoencefalografía (MEG)
Un electroencefalograma (EEG) evalúa la actividad eléctrica en el cerebro. Similar a las PET, los EEG buscan identificar diferencias en la actividad cerebral que puedan contribuir a los síntomas de la esquizofrenia.
La magnetoencefalografía (MEG) es similar a un EEG, pero mide la actividad del campo magnético en el cerebro en lugar de la actividad eléctrica. Se cree que la MEG es más precisa que el EEG.
¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?
La evaluación clínica suele ser el primer paso para establecer un diagnóstico de esquizofrenia. Esto significa que hablará con un profesional de la salud mental y responderá una serie de preguntas sobre su historial médico y síntomas. En esta etapa también se solicitarán análisis de laboratorio y estudios de imagen.
Para establecer un diagnóstico, un profesional de la salud mental determinará si sus síntomas encajan o no en los criterios diagnósticos de la esquizofrenia. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición, revisión del texto (DSM-5 por sus siglas en inglés), se diagnostica esquizofrenia cuando se cumplen los siguientes criterios:
- Presencia de al menos un síntoma positivo.
- Presencia de al menos un síntoma negativo.
- Se han descartado otras afecciones médicas.
- Los síntomas interfieren con el trabajo o la vida social.
- Los síntomas se experimentan la mayor parte de los días durante al menos 1 mes en un período de 6 meses.
Condiciones que se deben descartar antes de diagnosticar esquizofrenia
Existen varios trastornos que deben descartarse antes de diagnosticar esquizofrenia.
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Trastornos del estado de ánimo: Es especialmente importante descartar otros trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar, ya que a veces se pueden confundir con la esquizofrenia y ser difíciles de diferenciar.
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Trastornos de la personalidad: También se deben descartar los trastornos de la personalidad debido a sus fuertes similitudes. Estos pueden incluir afecciones como el trastorno de la personalidad esquizotípica y el trastorno límite de la personalidad. Un estudio de 2018 señala que los síntomas similares pueden incluir alteraciones en la autoimagen o fuertes sentimientos de aislamiento.
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Afecciones neurológicas: Ciertas afecciones neurológicas también se pueden confundir con la esquizofrenia. Por ejemplo, los tumores cerebrales y la epilepsia a veces pueden provocar delirios y alucinaciones.
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Trastorno por consumo de sustancias (TCS): El TCS también puede parecerse a la esquizofrenia. Las siguientes sustancias pueden crear síntomas que imitan los de la esquizofrenia:
- Alcohol
- Cannabis
- Alucinógenos, como el LSD
- Estimulantes, como la cocaína y las anfetaminas
En resumen
Si bien no existe una prueba única para diagnosticar la esquizofrenia, los análisis de laboratorio pueden ser útiles para descartar otras afecciones médicas. De manera similar, los estudios de imagen del cerebro pueden proporcionar información valiosa sobre su estructura y función, aunque no se utilizan para establecer un diagnóstico.
Un diagnóstico de esquizofrenia requiere una evaluación integral por parte de un profesional de la salud, que tenga en cuenta sus síntomas e historial médico, entre otros factores. El objetivo de esta evaluación es descartar otras posibles causas de los síntomas y llegar a un diagnóstico preciso de esquizofrenia.
Si usted o alguien que conoce experimenta síntomas de esquizofrenia, tenga la seguridad de que los profesionales de la salud pueden ayudarlo a identificar la causa subyacente.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.