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Trocanteritis o bursitis trocantérea: claves para entenderla

Trocanteritis bursitis trocantéreaHoy vamos a hablar sobre la trocanteritis o bursitis trocantérea, un término que tal vez no te resulte muy familiar a menos que seas parte del mundo de la fisioterapia, la traumatología o simplemente hayas sufrido esta molesta condición. La trocanteritis es una afección bastante común y puede afectar tanto a personas activas como a aquellas con una vida más sedentaria. Aunque no es exclusiva de los deportistas, sí puede aparecer en aquellos que practican deportes de impacto o que realizan movimientos repetitivos de la cadera.

Si bien se suele pensar que los problemas de cadera están reservados para personas mayores, la realidad es que la trocanteritis no discrimina tanto por edad como por la forma en que utilizamos nuestros cuerpos. En este artículo, desglosaremos de manera clara y accesible qué es la trocanteritis, por qué ocurre, cómo diagnosticarla y, sobre todo, cómo tratarla eficazmente para evitar que se convierta en una molestia crónica.

¿Qué es la trocanteritis?

La trocanteritis, también conocida como bursitis trocantérea, es la inflamación de la bursa trocantérea, una bolsa sinovial que se encuentra en la parte lateral de la cadera. Esta pequeña “almohadilla” tiene la función de reducir la fricción entre los músculos, tendones y el hueso del fémur. Cuando esta bursa se inflama, provoca un dolor agudo y localizado que puede irradiarse hacia la parte externa del muslo, lo que puede dificultar actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o simplemente dormir sobre el lado afectado.

El dolor es característico y se agrava al apoyar el peso sobre la cadera afectada, al estar de pie por mucho tiempo o incluso al realizar movimientos simples como levantarse de una silla. Aunque es más común en mujeres de mediana edad, no es raro encontrar esta condición en hombres o personas más jóvenes, especialmente si practican deportes que exigen un uso repetitivo de la cadera, como correr o practicar ciclismo.

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Causas de la trocanteritis

Las causas de la trocanteritis pueden ser variadas, pero suelen estar relacionadas con el uso excesivo, lesiones previas o factores anatómicos que predisponen a la inflamación de la bursa. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  1. Movimientos repetitivos: Actividades como correr, caminar largas distancias o subir escaleras repetidamente pueden generar microtraumas en la cadera, provocando la inflamación de la bursa.
  2. Tensión en la banda iliotibial: La banda iliotibial es una estructura fibrosa que se extiende desde la cadera hasta la rodilla. Si esta banda está tensa, puede frotarse contra el trocánter mayor del fémur, causando irritación e inflamación.
  3. Debilidad muscular: Una musculatura glútea débil puede provocar un desequilibrio en la biomecánica de la cadera, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trocanteritis.
  4. Lesiones previas o traumatismos: Un golpe directo en la cadera o una caída pueden inflamar la bursa trocantérea.
  5. Condiciones anatómicas: Algunas personas pueden tener una predisposición anatómica a desarrollar trocanteritis, como piernas de diferente longitud, mala alineación postural o sobrepeso.

Síntomas de la trocanteritis

El síntoma principal de la trocanteritis es un dolor intenso en la parte lateral de la cadera que puede irradiarse hacia la parte externa del muslo. Este dolor suele ser más pronunciado durante la noche, especialmente al dormir sobre el lado afectado. Otros síntomas comunes incluyen:

  • Dolor a la palpación en la parte lateral de la cadera.
  • Dolor al caminar, subir escaleras o estar de pie por mucho tiempo.
  • Sensación de rigidez en la cadera.
  • Dificultad para realizar movimientos simples como cruzar las piernas.

Es importante diferenciar la trocanteritis de otras afecciones de cadera, como la artrosis o las roturas musculares, ya que cada una tiene un tratamiento distinto. El diagnóstico clínico es generalmente sencillo, ya que el dolor suele estar bien localizado y se puede reproducir mediante la palpación directa sobre el trocánter mayor.

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Diagnóstico

El diagnóstico de la trocanteritis se realiza principalmente a través de una evaluación clínica. El médico o fisioterapeuta realizará una exploración física detallada de la cadera, buscando puntos de dolor y evaluando la movilidad de la articulación. En muchos casos, no es necesario realizar pruebas de imagen, pero en situaciones donde los síntomas son persistentes o se sospecha de una lesión más grave, puede solicitarse una resonancia magnética o una ecografía.

Una prueba sencilla que se realiza en consulta es la palpación del trocánter mayor. Si el paciente experimenta un dolor agudo al presionar esta zona, es probable que se trate de una bursitis trocantérea. Además, se puede solicitar al paciente que realice ciertos movimientos para evaluar la fuerza de los músculos glúteos, ya que una debilidad en estos músculos también puede estar asociada con esta condición.

Tratamiento conservador

El tratamiento de la trocanteritis suele ser conservador en la mayoría de los casos, lo que significa que no requiere intervención quirúrgica. Las medidas que se pueden tomar incluyen:

  1. Reposo relativo: Evitar actividades que exacerben el dolor, como caminar largas distancias o correr, es fundamental para permitir que la inflamación disminuya.
  2. Terapia física: La fisioterapia es una herramienta clave en el tratamiento de la trocanteritis. El fisioterapeuta trabajará en el fortalecimiento de los músculos glúteos y la estabilización de la cadera para reducir la presión sobre la bursa inflamada.
  3. Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: Los ejercicios que fortalecen la musculatura de la cadera y los glúteos, junto con estiramientos de la banda iliotibial, son fundamentales para corregir los desequilibrios musculares que pueden estar contribuyendo al problema.
  4. Medicación antiinflamatoria: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación a corto plazo.
  5. Infiltraciones de corticosteroides: En casos donde el dolor es persistente y no mejora con fisioterapia, se puede recurrir a infiltraciones de corticosteroides en la zona de la bursa para reducir la inflamación.
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Prevención

Una vez que el dolor ha disminuido, es importante tomar medidas para prevenir futuros episodios de trocanteritis. Algunas estrategias incluyen:

  • Mantener una rutina regular de ejercicios para fortalecer la musculatura de la cadera.
  • Evitar actividades que impliquen movimientos repetitivos de la cadera sin el acondicionamiento adecuado.
  • Usar calzado adecuado para la actividad física.
  • Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre la cadera.

Tratamiento quirúrgico

Si bien la cirugía no es común en la trocanteritis, puede ser necesaria en casos donde la condición se ha vuelto crónica y no responde a los tratamientos conservadores. La cirugía generalmente se realiza mediante artroscopia, un procedimiento mínimamente invasivo en el que se limpia la bursa inflamada o se reparan daños en los tendones glúteos.

(1) Lustenberger DP, Ng VY, Best TM, Ellis TJ. Efficacy of treatment of trochanteric bursitis: a systematic review. Clin J Sport Med. 2011 Sep;21(5):447-53. doi: 10.1097/JSM.0b013e318221299c. PMID: 21814140; PMCID: PMC3689218.