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Malos Hábitos para tu Espalda

En el ajetreo de la vida diaria, es fácil pasar por alto la importancia de mantener una espalda saludable. Sin embargo, esta parte a menudo descuidada de nuestro cuerpo desempeña un papel crucial en el soporte de nuestras actividades diarias, desde tareas simples como sentarse y pararse hasta actividades más exigentes como levantar y hacer ejercicio (1).

Desafortunadamente, muchos de nosotros participamos sin saberlo en hábitos que pueden hacer estragos en nuestras espaldas con el tiempo.

En este artículo, arrojaremos luz sobre algunos hábitos comunes que pueden socavar la salud de tu espalda y proporcionaremos información sobre cómo liberarte de ellos.

Sentarse por Tiempo Prolongado:

En el mundo sedentario de hoy, muchos de nosotros pasamos la mayoría del día sentados, ya sea en un escritorio, frente a una computadora o durante largos desplazamientos.

Sentarse por tiempo prolongado puede llevar a una mala postura, flexores de cadera tensos y músculos de la espalda debilitados, todo lo cual contribuye al dolor y malestar de espalda.

Para contrarrestar los efectos negativos de sentarse, haz un esfuerzo consciente para tomar descansos regulares para estirarte y moverte. Incorporar escritorios de pie, sillas ergonómicas y caminatas frecuentes en tu rutina también puede ayudar a aliviar la tensión en tu espalda.

Mala Postura:

Encorvarse o encorvarse puede sentirse cómodo en el momento, pero pone una tensión innecesaria en los músculos y ligamentos de tu espalda, lo que lleva a rigidez y dolor con el tiempo. Mantener una buena postura es esencial para apoyar la curvatura natural de tu columna vertebral y distribuir el peso de manera uniforme en todo tu cuerpo. Practica sentarte y pararte derecho, con los hombros hacia atrás y la cabeza alineada con tu columna vertebral. Invertir en dispositivos correctores de postura o inscribirte en ejercicios para mejorar la postura como yoga o Pilates también puede ayudar a corregir los hábitos de mala postura.

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Malos Habitos para tu Espalda

Levantar Incorrectamente:

Ya sea levantando objetos pesados en el trabajo o recogiendo alimentos en el supermercado, las técnicas incorrectas de levantamiento pueden ser desastrosas para tu espalda. Inclinarse hacia adelante en la cintura y usar los músculos de la espalda para levantar ejerce una presión inmensa sobre la columna vertebral y aumenta el riesgo de tensiones y lesiones. En cambio, usa tus piernas para agacharte, mantén el objeto cerca de tu cuerpo y levanta con los músculos de las piernas mientras mantienes la espalda recta. Recuerda evitar torcer tu columna mientras levantas, ya que esto puede causar un estrés innecesario en los discos espinales.

Sobrecargar Mochilas:

Llevar una mochila o bolso pesado en un hombro puede parecer inofensivo, pero puede provocar desequilibrios en tu postura y tensión en los músculos de la espalda. Con el tiempo, esta distribución desigual de peso puede contribuir al dolor crónico de espalda y malestar. Opta por una mochila con correas acolchadas para los hombros y un cinturón de cintura para distribuir el peso de manera uniforme en todo tu cuerpo. Al empacar tu bolso, trata de mantenerlo ligero y organizar los contenidos para minimizar la tensión en tu espalda.

Ignorar la Fuerza del Núcleo:

Los músculos del núcleo débiles son una causa común detrás del dolor de espalda y las lesiones. Los músculos del núcleo, incluidos los del abdomen, la parte baja de la espalda y la pelvis, proporcionan estabilidad y soporte para tu columna vertebral durante el movimiento.

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Descuidar fortalecer estos músculos a través de ejercicios como planchas, puentes y abdominales puede dejar tu espalda vulnerable a lesiones. Incorpora ejercicios de fortalecimiento del núcleo en tu rutina de ejercicio para ayudar a mejorar la postura, reducir el dolor de espalda y mejorar la salud espinal en general.

Tu espalda es la base de tu cuerpo, que te apoya en cada movimiento y actividad. Al ser consciente de tus hábitos y hacer cambios proactivos, puedes proteger tu espalda de tensiones innecesarias y mantener una salud espinal óptima. Recuerda priorizar el movimiento, la postura adecuada y la fuerza del núcleo en tu rutina diaria para mantener tu espalda feliz y saludable durante años. Tu yo futuro te lo agradecerá.