En nuestras rutinas diarias, lavarse las manos puede parecer una tarea mundana, pero su importancia no puede ser subestimada. La higiene de manos adecuada es una práctica simple pero crucial para mantener la salud y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Esta práctica se ha vuelto especialmente importante durante las crisis de salud mundial, pero su importancia permanece constante incluso en tiempos de bienestar general (1).

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También es importante saber cuándo lavarse las manos. Los momentos clave incluyen antes y después de preparar la comida, antes de comer, después de usar el baño, después de toser o estornudar, después de tocar la basura y cuando se cuida a alguien enfermo. Además, lavarse las manos debe ser una prioridad después de tocar animales o sus desechos. Limpiarse las manos con regularidad durante estos momentos críticos ayuda a romper la cadena de infección.

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