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Cómo preparar la remolacha para no perder sus propiedades ni beneficios

Las remolachas, a menudo relegadas a un lado de las ensaladas o simplemente pasadas por alto, son un vibrante tubérculo repleto de una serie de beneficios que van más allá de sus atributos comúnmente conocidos. Si bien muchas personas conocen la capacidad de la remolacha para mejorar el rendimiento deportivo y su alto contenido en antioxidantes, existen numerosas ventajas menos conocidas que hacen de esta verdura un complemento valioso para cualquier dieta. Para aprovechar al máximo estos beneficios, también es crucial preparar las remolachas de una manera que preserve sus propiedades nutricionales.

remolacha propiedades y beneficios

Uno de los beneficios menos reconocidos de la remolacha es su capacidad para apoyar la salud del cerebro. Las remolachas son ricas en nitratos, que el cuerpo convierte en óxido nítrico. Este compuesto ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y el oxígeno al cerebro. El flujo sanguíneo cerebral mejorado se ha relacionado con una mejor función cognitiva, un menor riesgo de demencia y una mejor salud cerebral en general. Por lo tanto, el consumo regular de remolacha puede desempeñar un papel importante en el mantenimiento de la agudeza mental, especialmente a medida que se envejece.

Las remolachas también son una fuente potente de betaína, un nutriente que ayuda a proteger las células, las proteínas y las enzimas del estrés ambiental. Se ha descubierto que la betaína apoya la función hepática al ayudar en el proceso de desintoxicación. Un hígado sano es esencial para filtrar las toxinas del torrente sanguíneo, ayudar a la digestión y controlar los procesos metabólicos generales. La ingesta regular de remolachas puede promover la salud del hígado y ayudar a mantener un sistema de desintoxicación robusto en el cuerpo.

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Además, las remolachas poseen propiedades antiinflamatorias que a menudo se ven eclipsadas por otras verduras más famosas. Se sabe que los pigmentos que le dan a la remolacha su color vibrante, las betalainas, tienen efectos antiinflamatorios. La inflamación crónica está relacionada con diversas enfermedades como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes. Incorporar remolacha a su dieta puede ayudar a reducir la inflamación y potencialmente reducir el riesgo de estas afecciones crónicas.

Para garantizar que estos beneficios se maximicen, la preparación adecuada de la remolacha es esencial. La cocción excesiva de la remolacha puede provocar la pérdida de nutrientes valiosos. Lo mejor es cocinar las remolachas al vapor o asarlas a temperaturas moderadas para conservar sus compuestos beneficiosos. Evite hervirlas, ya que este método tiende a filtrar los nitratos y otros nutrientes solubles en agua en el agua de cocción. Comer remolacha cruda, por ejemplo en ensaladas o batidos, es otra excelente manera de preservar su integridad nutricional.

Otro aspecto a considerar es la inclusión de las hojas de remolacha, que a menudo se descartan pero son muy nutritivas. Las hojas de remolacha son ricas en vitaminas A y K, así como en antioxidantes. Estas verduras se pueden saltear ligeramente con aceite de oliva y ajo o agregar a sopas y guisos. Incluir las hojas de remolacha en su dieta no solo reduce el desperdicio sino que también proporciona un refuerzo nutricional, complementando los beneficios de la propia remolacha.

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Además de las preparaciones convencionales, la fermentación de la remolacha es una forma innovadora de disfrutar de sus beneficios para la salud. La remolacha fermentada, como el kvas de remolacha, es rica en probióticos, que favorecen la salud intestinal (1). Un microbioma intestinal saludable está relacionado con una mejor digestión, una función inmunológica más fuerte e incluso una mejor regulación del estado de ánimo. La fermentación de la remolacha mejora su perfil nutricional y ofrece una sabrosa variación a las formas habituales de consumo de la remolacha.

En conclusión, la remolacha ofrece una plétora de beneficios desconocidos, desde apoyar la salud del cerebro y la función hepática hasta reducir la inflamación y promover la salud intestinal. Para aprovechar al máximo estos beneficios, es crucial prepararla de una manera que mantenga su valor nutricional, como cocinarla al vapor, asarla o comerla cruda, y no pasar por alto las nutritivas hojas de remolacha. Al incorporar la remolacha y sus hojas a su dieta a través de diversos métodos de preparación, puede disfrutar de su espectro completo de beneficios para la salud.