Cómo Lavar Frutas y Verduras: Una Guía Completa

¿Por qué lavar las frutas y verduras?

Lavar frutas y verduras frescas es una práctica esencial para reducir la ingestión de bacterias y residuos potencialmente dañinos. Estos alimentos son manipulados por muchas personas antes de llegar a nuestras manos, y no siempre se garantiza que todas ellas tengan las manos limpias. Además, en entornos concurridos como supermercados y mercados, es probable que los productos frescos hayan sido toqueteados, estornudados y respirados por muchas personas.

Lavar adecuadamente frutas y verduras frescas antes de consumirlas puede reducir significativamente los residuos que pueden quedar en ellas durante su transporte y manejo.

Mejores métodos para limpiar productos frescos

Tradicionalmente, se ha recomendado enjuagar los productos frescos con agua antes de consumirlos. Sin embargo, a raíz de la pandemia de COVID-19, algunas personas han sugerido métodos más abrasivos, como el uso de jabón, vinagre, jugo de limón o incluso limpiadores comerciales como la lejía.

Los expertos en salud y seguridad alimentaria, como la FDA y los CDC, advierten contra el uso de estas sustancias y recomiendan adherirse al uso de agua corriente. El uso de productos químicos de limpieza comerciales puede ser peligroso y nunca deben ser utilizados para limpiar alimentos. Además, sustancias como el jugo de limón y el vinagre no han demostrado ser más efectivas que el agua simple y pueden dejar residuos adicionales en los alimentos.

Aunque algunos estudios sugieren que el uso de agua electrólita neutral o un baño de bicarbonato de sodio puede ser más efectivo para eliminar ciertos residuos, el consenso es que el agua fría del grifo es suficiente en la mayoría de los casos.

Cómo lavar frutas y verduras con agua

Es una buena práctica lavar frutas y verduras frescas en agua fría antes de comerlas. No se deben lavar los productos frescos hasta justo antes de consumirlos, ya que lavarlos y luego almacenarlos puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias.

Antes de comenzar a lavar los productos frescos, lávate bien las manos con agua y jabón. Asegúrate de que cualquier utensilio, fregadero y superficie que vayas a usar para preparar los productos también estén limpios.

Los métodos generales para lavar productos frescos son los siguientes:

• Productos firmes: Frutas con pieles más firmes como manzanas, limones y peras, así como vegetales de raíz como papas, zanahorias y nabos, pueden beneficiarse de ser cepillados con un cepillo de cerdas suaves y limpio para eliminar mejor los residuos de sus poros.
• Verduras de hoja verde: Espinacas, lechugas, acelgas, puerros y vegetales crucíferos como las coles de Bruselas y el bok choy deben tener su capa más externa removida, luego ser sumergidos en un tazón de agua fría, agitados, drenados y enjuagados con agua fresca.
• Productos delicados: Bayas, hongos y otros tipos de productos más propensos a desmoronarse se pueden limpiar con un chorro constante de agua y una fricción suave con los dedos para eliminar la suciedad.

Una vez que hayas enjuagado bien los productos, sécalos con una toalla de papel o de tela limpia. Los productos más frágiles se pueden extender sobre la toalla y secar suavemente sin dañarlos.

Antes de consumir tus frutas y verduras, sigue estos simples pasos para minimizar la cantidad de gérmenes y sustancias que puedan estar en ellas.

Conclusión

Practicar una buena higiene alimentaria es un hábito de salud importante. Lavar los productos frescos ayuda a minimizar los gérmenes y residuos en su superficie que podrían enfermarte.

Los profesionales de la salud coinciden en que métodos más agresivos, como el uso de jabón o limpiadores comerciales en productos frescos, no son recomendados ni necesarios, y pueden ser peligrosos. La mayoría de las frutas y verduras pueden limpiarse adecuadamente con agua fría y fricción ligera justo antes de consumirlas.

Los productos que tienen más capas y superficie se pueden limpiar más a fondo agitándolos en un tazón de agua fría para eliminar las partículas de suciedad.

Las frutas y verduras frescas ofrecen una gran cantidad de nutrientes saludables y deben seguir siendo consumidas, siempre y cuando se practiquen métodos de limpieza seguros.

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