En el ámbito de la rehabilitación domiciliaria, el uso adecuado del andador es clave para promover la seguridad, la independencia y la movilidad funcional del paciente. Esta guía profesional está diseñada para kinesiólogos, fisioterapeutas y profesionales de la salud que trabajan en domicilio con personas con movilidad reducida, especialmente adultos mayores.
¿Por qué es importante esta guía?
Muchos pacientes dependen del andador como única herramienta para desplazarse con autonomía. Sin embargo, su uso inadecuado puede generar caídas, compensaciones posturales o frustración. Esta guía propone un enfoque clínico, funcional y práctico para maximizar los beneficios del uso del andador.
✅ Protocolo de evaluación
Antes de comenzar con la enseñanza del uso del andador, es fundamental realizar una evaluación completa:
Evaluación clínica:
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Revisión de historia médica y comorbilidades.
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Evaluación del entorno domiciliario.
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Nivel cognitivo, sensorial y colaboración del paciente.
Evaluación musculoesquelética:
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Fuerza muscular (escala de Daniels).
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Tono, balance articular y control motor.
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Evaluación del equilibrio en sedestación y bipedestación.
Evaluación funcional:
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Capacidad para realizar transferencias.
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Nivel de asistencia requerido para caminar.
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Experiencia previa con ayudas técnicas.
🧪 Pruebas funcionales para valorar al paciente
1. Timed Up and Go (TUG)
Evalúa el tiempo que tarda el paciente en levantarse de una silla, caminar 3 metros, girar y regresar. Un tiempo >12 segundos indica riesgo de caída (1).
2. Test de Marcha de 6 Minutos
Mide la distancia caminada en 6 minutos. Útil para valorar resistencia funcional.
3. Escala de Berg
Incluye 14 ítems para valorar equilibrio estático y dinámico. Un puntaje menor a 45 es indicativo de alto riesgo de caídas.
4. Mini-BESTest
Evalúa aspectos avanzados del equilibrio dinámico, ideal para diseñar ejercicios específicos.
5. Escala FAC (Functional Ambulation Categories)
Clasifica la capacidad ambulatoria del paciente de 0 (totalmente dependiente) a 5 (independiente en todo tipo de superficie).
🎯 Plan de acción y objetivos
Objetivos terapéuticos
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Promover una marcha segura y eficiente con el andador.
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Reducir el riesgo de caídas.
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Incrementar la autonomía funcional.
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Optimizar el equilibrio y la fuerza de miembros inferiores.
Intervenciones sugeridas
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Entrenamiento del uso correcto del andador (inicio de marcha, giros, cambios de dirección).
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Educación al paciente y familiares.
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Adaptación del entorno.
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Plan progresivo de ejercicios funcionales.
💪 Plan de ejercicios trisemanal (40 minutos por sesión)
🔹 Calentamiento (5 minutos)
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Marcha en el lugar con apoyo.
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Movilidad articular general (hombros, caderas, tobillos).
🔹 Fortalecimiento (15 minutos)
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Sentarse y levantarse de silla (3 x 10).
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Extensión de rodilla en sedestación (3 x 10 por pierna).
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Elevación de talones con apoyo (3 x 10).
🔹 Equilibrio (10 minutos)
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Alcances laterales con el andador.
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Marcha en línea recta con supervisión.
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Transferencias y desplazamientos laterales.
🔹 Marcha funcional (10 minutos)
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Caminata con andador dentro del hogar.
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Práctica de giros, entradas a habitaciones y ajustes posturales.
Todos los ejercicios deben adaptarse al nivel del paciente, con supervisión constante.
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🗨️ Conclusión
El uso del andador no es simplemente una cuestión de movilidad, sino una oportunidad terapéutica. Con un enfoque profesional, estructurado y empático, podés transformar la vida de tus pacientes, ayudándolos a recuperar seguridad, funcionalidad e independencia en su hogar.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.