Diagnóstico vs. Discapacidad:
Dos Conceptos Complementarios pero Diferentes
Un diagnóstico médico y una evaluación de la discapacidad son herramientas esenciales en la atención de la salud, pero cumplen funciones diferentes y tienen objetivos distintos. Comprender esta diferencia es clave para proporcionar atención centrada en la persona, especialmente en contextos donde el impacto funcional tiene tanto peso como la condición médica subyacente.
Diagnóstico médico: Identificar la enfermedad
El diagnóstico médico se centra en identificar la condición de salud que afecta al paciente. Es el resultado de un proceso clínico que incluye:
- Evaluación de síntomas: Recopilación de signos y síntomas que reporta el paciente.
- Pruebas diagnósticas: Uso de estudios como análisis de sangre, imágenes por resonancia magnética, biopsias, entre otros.
- Criterios médicos: Aplicación de guías clínicas y conocimiento especializado para clasificar la enfermedad o condición.
Ejemplo: Un diagnóstico de “artrosis de rodilla” indica la presencia de un desgaste del cartílago articular en la articulación de la rodilla, pero no necesariamente informa cómo esta enfermedad afecta la vida diaria del paciente.
Discapacidad: Impacto funcional en la vida diaria
Por otro lado, la evaluación de la discapacidad no se enfoca en la enfermedad en sí, sino en cómo esta afecta las capacidades funcionales y la participación en actividades de la vida diaria. Implica:
- Medición de limitaciones: Determinar qué actividades específicas (caminar, subir escaleras, escribir, etc.) son más difíciles o imposibles de realizar.
- Entorno y contexto: Considerar factores ambientales y sociales que pueden agravar o mitigar las limitaciones.
- Evaluación individualizada: Reconocer que dos personas con el mismo diagnóstico pueden experimentar discapacidades muy diferentes.
Ejemplo: Una persona con artrosis de rodilla puede tener dificultades para caminar largas distancias, subir escaleras o realizar actividades que impliquen cargar peso. Otra, con el mismo diagnóstico, podría no experimentar estas limitaciones debido a diferencias en el grado de severidad, entorno físico adaptado o acceso a tratamiento.
Interrelación entre diagnóstico y discapacidad
Aunque son conceptos distintos, diagnóstico y discapacidad están interrelacionados:
- El diagnóstico ayuda a entender la causa médica: Saber que un paciente tiene artrosis, diabetes o un accidente cerebrovascular proporciona el marco para interpretar posibles limitaciones.
- La evaluación de la discapacidad complementa el diagnóstico: Identifica las barreras funcionales específicas y permite diseñar intervenciones centradas en mejorar la calidad de vida del paciente.
- Enfoque holístico: Mientras que el diagnóstico suele ser objetivo y basado en datos clínicos, la discapacidad se evalúa en un contexto más subjetivo, considerando las experiencias y necesidades del individuo.
Importancia en la práctica clínica y social
- Para el paciente: Una visión integral asegura que no solo se trate la enfermedad, sino que también se aborden las barreras funcionales, promoviendo la independencia y la participación en la sociedad.
- Para los profesionales de la salud: Ayuda a establecer planes de tratamiento que incluyan rehabilitación, adaptaciones ambientales y apoyo emocional.
- En el ámbito legal y social: La evaluación de la discapacidad es esencial para acceder a beneficios, ayudas técnicas y adaptaciones laborales o educativas.
Resumen
En resumen, el diagnóstico médico y la evaluación de la discapacidad no deben verse como procesos aislados, sino como componentes complementarios de un abordaje integral que prioriza tanto la salud como la funcionalidad y el bienestar del paciente.

Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.