El cáncer del seno piriforme, también conocido como cáncer hipofaríngeo, es un tipo de cáncer que afecta a la hipofaringe, una parte de la garganta ubicada en la base, justo encima del esófago.
Si bien es poco frecuente en comparación con otros tipos de cáncer, puede ser agresivo y potencialmente mortal si no se diagnostica y trata rápidamente.
Comprender los síntomas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento del cáncer del seno piriforme es crucial para la detección temprana y el manejo eficaz.
Síntomas del Cáncer del Seno Piriforme:
Dificultad para Tragar (Disfagia): Uno de los principales síntomas del cáncer del seno piriforme es la dificultad para tragar, que puede empeorar progresivamente con el tiempo. Esta dificultad puede ser más notable al tragar sólidos que líquidos.
Dolor de Garganta o de Oído: El dolor persistente de garganta o de oído que no mejora con el tiempo o los tratamientos convencionales puede ser indicativo de cáncer del seno piriforme. Esta molestia puede sentirse unilateralmente (en un lado) o bilateralmente (en ambos lados).
Ronquera o Cambios en la Voz: Los cambios en la calidad de la voz, como ronquera o aspereza, pueden ocurrir debido a la proximidad del tumor a las cuerdas vocales. Estos cambios pueden persistir a pesar del descanso o la terapia de voz.
Sensación de Bulto en la Garganta: Los pacientes con cáncer del seno piriforme pueden experimentar una sensación de bulto u obstrucción en la garganta que no desaparece al tragar.
Pérdida de Peso Inexplicable: La pérdida de peso significativa e inexplicable puede ocurrir como resultado de la dificultad para tragar y los cambios en los hábitos alimenticios debido a la presencia del tumor.
Tos Persistente o Hemoptisis: Puede presentarse una tos persistente, a veces acompañada de expectoración de sangre (hemoptisis), si el tumor invade estructuras cercanas como la tráquea o los pulmones.
Ganglios Linfáticos Cervicales Agrandados: A medida que el cáncer progresa, puede extenderse a los ganglios linfáticos cercanos del cuello, haciendo que se agranden y se palpen.
Es importante tener en cuenta que si bien estos síntomas pueden indicar la presencia de cáncer del seno piriforme, también pueden ser causados por diversas otras condiciones. Por lo tanto, cualquier persona que experimente síntomas persistentes o preocupantes debe buscar evaluación médica para un diagnóstico preciso.
Diagnóstico del Cáncer del Seno Piriforme:
El diagnóstico del cáncer del seno piriforme generalmente involucra una combinación de revisión del historial médico, examen físico y pruebas diagnósticas. Estas pueden incluir:
Endoscopia: Se inserta un endoscopio flexible o rígido a través de la nariz o la boca para visualizar el hipofaringe y obtener muestras de tejido (biopsias) para su análisis.
Estudios de Imagen: Se pueden realizar pruebas de imagen como tomografías computarizadas (TC), imágenes de resonancia magnética (IRM) o tomografías por emisión de positrones (PET) para determinar la extensión del tumor y si se ha diseminado a estructuras cercanas u órganos distantes.
Biopsia: Las muestras de tejido obtenidas durante la endoscopia u otros procedimientos se examinan bajo un microscopio por un patólogo para confirmar la presencia de células cancerosas y determinar el tipo y estadio del cáncer.
Laringoscopia: Un procedimiento que involucra el examen de la garganta y las cuerdas vocales utilizando un laringoscopio, que puede realizarse para evaluar la afectación del tumor en las cuerdas vocales.
Tratamiento para el Cáncer del Seno Piriforme:
La elección del tratamiento depende de varios factores, como la etapa del cáncer, la ubicación, el tamaño, la salud general del paciente y sus preferencias. Las modalidades de tratamiento pueden incluir:
Cirugía: La extirpación quirúrgica del tumor, a menudo combinada con la extracción de ganglios linfáticos cercanos (disección cervical), puede recomendarse para el cáncer del seno piriforme en etapa temprana.
Radioterapia: Se utilizan haces de alta energía, como rayos X o protones, para apuntar y destruir las células cancerosas. La radioterapia se puede usar sola o en combinación con cirugía y/o quimioterapia.
Quimioterapia: Se pueden administrar medicamentos de quimioterapia sistémica para reducir los tumores antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante), para eliminar las células cancerosas restantes después de la cirugía (quimioterapia adyuvante) o en combinación con la radioterapia (quimiorradioterapia) para el cáncer en etapa avanzada.
Terapia Dirigida: Medicamentos que se dirigen específicamente a las mutaciones genéticas de las células cancerosas u otras vulnerabilidades pueden usarse en ciertos casos, especialmente para el cáncer del seno piriforme avanzado o recurrente.
Inmunoterapia: Los medicamentos de inmunoterapia que potencian la respuesta inmunitaria del cuerpo contra las células cancerosas pueden considerarse como parte del régimen de tratamiento, solos o en combinación con otras terapias.
Cuidados Paliativos: En los casos en que el cáncer está avanzado y no es curable, los cuidados paliativos se centran en controlar los síntomas, mejorar la calidad de vida y brindar apoyo emocional a los pacientes y sus familias.
Conclusión
La detección temprana y el tratamiento inmediato ofrecen las mejores posibilidades de resultados exitosos para los pacientes con cáncer del seno piriforme. Por eso, los chequeos médicos regulares, la conciencia de los posibles síntomas y la búsqueda de evaluación médica oportuna son cruciales para el diagnóstico temprano y la intervención.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.