El tratamiento endovascular de aneurismas cerebrales mediante dispositivos desviadores de flujo (FDD, por sus siglas en inglés) ha surgido como una técnica prometedora, especialmente para aneurismas que presentan desafíos para los métodos tradicionales como la colocación de espirales y clips. La revisión sistemática realizada por Briganti et al. (2015) tuvo como objetivo consolidar los hallazgos de varios estudios para evaluar la eficacia y seguridad de los FDD. Al analizar datos de 18 estudios que abarcan a 1483 pacientes y 1704 aneurismas, esta revisión proporciona una visión general completa de la aplicación, los resultados y las complicaciones asociadas con los FDD.
Los dispositivos desviadores de flujo están diseñados para colocarse en la arteria principal en el cuello del aneurisma, interrumpiendo el flujo sanguíneo hacia el aneurisma y promoviendo la trombosis dentro del saco del aneurisma. Este método es particularmente adecuado para aneurismas no rotos ubicados en áreas críticas como la arteria carótida interna o las arterias vertebrales y basilares. Además, los FDD son efectivos para tratar aneurismas fusiformes y disecantes, así como aneurismas saculares con cuellos grandes y relaciones domo-cuello bajas, que generalmente son más desafiantes para otras técnicas endovasculares.
La revisión sistemática destaca un aumento progresivo en las tasas de oclusión de aneurismas con el seguimiento, alcanzando una tasa general del 81,5%. Esto indica un alto nivel de eficacia en la prevención de la ruptura del aneurisma a lo largo del tiempo. Sin embargo, la revisión también señala los riesgos significativos asociados con el uso de FDD. La tasa de complicaciones isquémicas fue en promedio del 4,1%, mientras que las complicaciones hemorrágicas promediaron el 2,9%. Además, la revisión informó una tasa media de morbilidad neurológica del 3,5% y una tasa de mortalidad del 3,4%. Estas estadísticas subrayan la importancia de una selección cuidadosa del paciente y una evaluación de riesgos en el uso de FDD.
Una de las ideas críticas de la revisión de Briganti et al. es la idoneidad de los FDD para aneurismas con anatomías complejas. Estos incluyen aneurismas con cuellos grandes, ubicados en bifurcaciones con ramas laterales y aneurismas fusiformes o disecantes. Para tales aneurismas, la colocación convencional de espirales y clips suele ser difícil o imposible. Los FDD ofrecen una alternativa viable, que ofrece un enfoque menos invasivo con el potencial de oclusión completa a lo largo del tiempo.
A pesar de los resultados prometedores, la revisión enfatiza la necesidad de realizar estudios adicionales con períodos de seguimiento más prolongados. Si bien los resultados a corto y mediano plazo son alentadores, comprender la eficacia y seguridad a largo plazo de los FDD sigue siendo crucial. Un seguimiento más prolongado puede ayudar a determinar la tasa real de oclusión completa del aneurisma y proporcionar más datos sobre los riesgos de complicaciones a largo plazo.
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