Los trastornos gastrointestinales más comunes.
El sistema gastrointestinal (GI) es una red compleja responsable de la digestión, la absorción de nutrientes y la excreción de desechos.
Cuando este intrincado sistema se encuentra con alteraciones, puede conducir a una variedad de trastornos que afectan a millones de personas en todo el mundo.
Desde condiciones relativamente benignas hasta enfermedades graves, los trastornos gastrointestinales abarcan un amplio espectro de dolencias (1).
Profundicemos en algunos de los trastornos gastrointestinales más prevalentes que afectan a individuos de diferentes grupos de edad y demográficos.
¿Cuáles son los trastornos gastrointestinales más comunes?
1. Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE)
La ERGE es una condición crónica caracterizada por el reflujo de ácido estomacal hacia el esófago, causando síntomas como acidez estomacal, regurgitación y dolor torácico.
La ERGE persistente puede conducir a complicaciones como esofagitis, estrechamiento del esófago y esófago de Barrett, un precursor del cáncer de esófago.
Los enfoques de tratamiento comunes incluyen modificaciones en el estilo de vida, medicamentos para reducir la producción de ácido y, en ocasiones, intervención quirúrgica.
2. Síndrome del Intestino Irritable (SII)
El SII es un trastorno gastrointestinal funcional caracterizado por dolor o molestia abdominal, distensión abdominal y cambios en los hábitos intestinales sin anomalías estructurales evidentes.
Es una condición crónica con síntomas que pueden variar en severidad a lo largo del tiempo.
Si bien la causa exacta del SII sigue sin estar clara, se cree que factores como la motilidad intestinal alterada, la hipersensibilidad visceral y los factores estresores psicosociales juegan un papel importante.
El control del SII generalmente implica cambios en la dieta, técnicas de reducción del estrés y medicamentos para aliviar los síntomas.
3. Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)
La EII abarca dos condiciones principales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, ambas caracterizadas por la inflamación crónica del tracto digestivo.
La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, mientras que la colitis ulcerosa afecta principalmente el colon y el recto.
Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal, pérdida de peso y fatiga.
El tratamiento tiene como objetivo inducir y mantener la remisión a través de medicamentos como antiinflamatorios, inmunosupresores, productos biológicos y, en casos graves, cirugía.
4. Gastritis y Úlcera Péptica
La gastritis se refiere a la inflamación del revestimiento del estómago, a menudo causada por la infección por Helicobacter pylori, consumo excesivo de alcohol, uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) u otros irritantes.
La úlcera péptica implica la formación de úlceras en el estómago o en la parte superior del intestino delgado, comúnmente debido a la infección por H. pylori o al uso de AINE.
El tratamiento consiste en abordar la causa subyacente, junto con medicamentos para reducir la producción de ácido y promover la cicatrización de la úlcera.
5. Cálculos Biliares
Los cálculos biliares son depósitos endurecidos que se forman en la vesícula biliar, un órgano pequeño responsable de almacenar la bilis producida por el hígado.
Pueden variar en tamaño y no siempre causan síntomas.
Sin embargo, cuando un cálculo biliar obstruye el conducto biliar, puede provocar dolor abdominal intenso (cólico biliar), náuseas, vómitos e ictericia.
Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos para disolver los cálculos, procedimientos mínimamente invasivos como la litotricia o la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar (colecistectomía).
6. Enfermedad Celíaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune desencadenada por la ingestión de gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno.
En las personas con enfermedad celíaca, el consumo de gluten daña el revestimiento del intestino delgado, lo que perjudica la absorción de nutrientes.
Los síntomas pueden incluir diarrea, dolor abdominal, distensión abdominal, fatiga y pérdida de peso.
La piedra angular del tratamiento implica un estricto cumplimiento de una dieta sin gluten, que generalmente alivia los síntomas y favorece la cicatrización intestinal.
7. Diverticulitis
La diverticulitis ocurre cuando pequeños sacos abultados ( divertículos ) en el colon se inflaman o infectan.
Puede causar síntomas como dolor abdominal (generalmente en el lado inferior izquierdo), fiebre, náuseas y cambios en los hábitos intestinales.
Los casos leves de diverticulitis pueden tratarse con modificaciones en la dieta, antibióticos y reposo, mientras que los casos graves o las complicaciones como la formación de abscesos o la obstrucción intestinal pueden requerir hospitalización y, en algunos casos, cirugía.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los factores de riesgo comunes para los trastornos gastrointestinales?
Los factores de riesgo comunes para los trastornos gastrointestinales incluyen:
- Factores dietéticos (como dietas ricas en grasa o bajas en fibra)
- Fumar
- Consumo excesivo de alcohol
- Estrés crónico
- Genética
- Ciertos medicamentos (como AINE y antibióticos)
- Infecciones (como H. pylori)
- Condiciones médicas subyacentes (como obesidad y enfermedades autoinmunes)
¿Cuándo debo buscar atención médica por síntomas gastrointestinales?
Es recomendable buscar atención médica si experimenta síntomas gastrointestinales persistentes o graves, como:
- Dolor abdominal
- Distensión abdominal
- Acidez estomacal o indigestión persistente
- Cambios en los hábitos intestinales (como diarrea o estreñimiento prolongados)
- Pérdida de peso inexplicable
- Vómito con sangre
- Heces negras y alquitranadas
¿Se pueden prevenir los trastornos gastrointestinales?
Si bien no todos los trastornos gastrointestinales se pueden prevenir, adoptar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de muchas afecciones. Esto incluye:
- Consumir una dieta balanceada rica en frutas, vegetales y granos enteros.
- Limitar la ingesta de alimentos procesados.
- Mantener un peso saludable.
- Mantenerse hidratado.
- Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
- Manejar el estrés de manera efectiva.
- Usar medicamentos como los AINE con precaución y bajo supervisión médica.
¿Qué cambios en la dieta pueden ayudar a aliviar los síntomas gastrointestinales?
Las modificaciones dietéticas pueden variar según el trastorno gastrointestinal específico. Sin embargo, las recomendaciones generales incluyen:
- Evitar alimentos desencadenantes (como comidas picantes, grasosas o fritas para la ERGE).
- Consumir comidas más pequeñas y frecuentes.
- Aumentar la ingesta de fibra para afecciones como el estreñimiento.
- Mantenerse hidratado.
- Llevar un diario de alimentos para identificar y evitar los alimentos que empeoran los síntomas.
En algunos casos, un médico o un dietista pueden recomendar dietas específicas, como una dieta baja en FODMAP para el SII o una dieta sin gluten para la enfermedad celíaca.
Conclusión
Estos son solo algunos ejemplos de la miríada de trastornos gastrointestinales que las personas pueden encontrar.
Es esencial reconocer los signos y síntomas de estas afecciones y buscar una evaluación y tratamiento médicos oportunos para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Además, mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y manejo del estrés, puede contribuir a la salud y el bienestar gastrointestinal en general.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.