El enfisema, una forma debilitante de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), conduce a la destrucción de las unidades alveolocapilares y la pérdida de tejido de soporte en los pulmones. Esto da como resultado un intercambio de gases deficiente y cambios en la dinámica de las vías respiratorias, causando finalmente atrapamiento aéreo progresivo y dificultad para respirar. Los tratamientos farmacológicos tradicionales han demostrado una eficacia limitada para abordar estos problemas, lo que ha impulsado la exploración de estrategias terapéuticas alternativas. Entre ellas, las técnicas de reducción del volumen pulmonar se han convertido en opciones prometedoras para mejorar la función pulmonar y la calidad de vida de los pacientes con enfisema avanzado (1).
La resección quirúrgica, o cirugía de reducción de volumen pulmonar (LVRS), implica extirpar las secciones más dañadas del pulmón para permitir que las partes más sanas funcionen de manera más eficiente. Si bien este procedimiento puede mejorar significativamente la función pulmonar y la capacidad de ejercicio, se asocia con una morbilidad sustancial y un período de recuperación prolongado. En consecuencia, la búsqueda de alternativas menos invasivas ha cobrado impulso, lo que ha llevado al desarrollo de técnicas broncoscópicas que ofrecen beneficios potenciales con riesgos reducidos.
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Los coils endobronquiales representan otro enfoque innovador para la reducción del volumen pulmonar. Estos dispositivos pequeños y flexibles se insertan en las vías respiratorias para comprimir y sujetar el tejido pulmonar enfermo, reduciendo así el volumen pulmonar y mejorando el flujo de aire. Los coils son especialmente útiles para pacientes con hiperinflación severa y destrucción parenquimatosa menos extensa. Los estudios clínicos han demostrado mejoras en la función pulmonar y la tolerancia al ejercicio en pacientes tratados con coils endobronquiales, lo que convierte a esta opción en una opción viable para aquellos que pueden no ser candidatos adecuados para la colocación de válvulas.
La ablación térmica por vapor es otra técnica emergente que utiliza energía térmica para atacar y reducir el tejido pulmonar enfermo. Este método induce una respuesta inflamatoria controlada, que conduce a la destrucción y posterior fibrosis de las áreas objetivo. Si bien los resultados iniciales han sido prometeddores, la imprevisibilidad de la respuesta inflamatoria y las posibles complicaciones han limitado la adopción generalizada de esta técnica. La investigación en curso tiene como objetivo refinar este enfoque y comprender mejor los resultados a largo plazo.
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