Skip to content

Meningiomas

Los meningiomas, originados en las células de la capa aracnoidea, comprenden una porción significativa de los tumores intracraneales, representando entre el 13 y el 26% de los casos. Estos tumores afectan principalmente a individuos mayores, con una mayor prevalencia entre las mujeres. Si bien las deleciones en el gen NF2 y la exposición a la radiación ionizante son factores de riesgo establecidos, la influencia de las hormonas sexuales permanece ambigua, lo que requiere mayor investigación. A pesar de su prevalencia, los meningiomas exhiben un espectro de comportamientos, con casos típicos que presentan una tasa de supervivencia a cinco años favorable que supera el 80%, mientras que las variantes malignas y atípicas presentan un panorama más desalentador, con tasas de supervivencia por debajo del 60% (1).

Meningiomas

Las morfologías diferenciadas, como los patrones papilares y hemangiopericíticos, junto con el tamaño del tumor, el índice mitótico y el estado del receptor de progesterona, sirven como indicadores pronósticos cruciales. Los factores de mal pronóstico incluyen deleciones y pérdida de heterocigosidad, que subrayan la complejidad de la biología del meningioma y sus implicaciones clínicas.

La extirpación quirúrgica sigue siendo la piedra angular del tratamiento, con el objetivo de lograr una resección completa siempre que sea posible. Sin embargo, surgen desafíos en los casos en los que la extirpación total no se puede lograr, particularmente en los meningiomas de la base del cráneo, lo que impulsa la exploración de modalidades terapéuticas alternativas.

Leer  Colangitis Biliar Primaria

La radioterapia se ha convertido en una estrategia de tratamiento complementario vital, especialmente para meningiomas atípicos, malignos o recurrentes. Los protocolos actuales suelen administrar dosis que oscilan entre los 45 y los 60 Gy, aunque el papel óptimo de la irradiación adyuvante sigue siendo polémico. Para abordar esto, los esfuerzos en curso buscan dilucidar la eficacia comparativa de la radioterapia frente a un enfoque de observación vigilante a través de ensayos prospectivos aleatorizados. Además, el advenimiento de la radiocirugía ha revolucionado el manejo del meningioma, ofreciendo una alternativa no invasiva para tumores considerados irresecables.

A pesar de los avances en las modalidades terapéuticas, el manejo de meningiomas recurrentes, progresivos o sintomáticos plantea desafíos clínicos importantes. La terapia hormonal, que aprovecha los antagonistas de la progesterona, ha producido resultados modestos, aunque con una eficacia variable. De manera similar, la quimioterapia con hidroxiurea ha demostrado una actividad moderada, aunque con un éxito limitado. Por lo tanto, la búsqueda de nuevas intervenciones médicas sigue siendo un punto focal de la investigación, con el objetivo de mejorar la eficacia del tratamiento y los resultados de los pacientes. Si bien se han logrado avances significativos para desentrañar las complejidades de la biología y el tratamiento del meningioma, los esfuerzos de investigación en curso prometen avances continuos en el campo, ofreciendo esperanza para mejorar las estrategias de manejo y los resultados para las personas afectadas.