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Cuidado Intensivo del Paciente Quemado

El estudio “Cuidado Intensivo del Paciente Quemado” de Garrett W. Britton, Amanda R. Wiggins, Barret J. Halgas, Leopoldo C. Cancio y Kevin K. Chung explora el enfoque integral y multifacético necesario para manejar de manera efectiva la atención de pacientes quemados en estado crítico. Enfatiza la importancia de un equipo de atención multidisciplinario para mejorar los resultados de los pacientes y resalta las complejidades del tratamiento de las quemaduras que a menudo conducen a la falla multiorgánica. Este artículo resume los hallazgos y recomendaciones clave del estudio, proporcionando información sobre el manejo efectivo de pacientes quemados.

paciente quemado critico

La atención de pacientes quemados en estado crítico abarca cuatro fases superpuestas: evaluación inicial y triaje, reanimación por choque por quemadura aguda, cierre de la herida y rehabilitación y reintegración. Durante estas fases, los pacientes a menudo requieren cuidados intensivos debido al riesgo continuo de infecciones, complicaciones, falla multiorgánica y muerte. El estudio subraya que a medida que disminuye la mortalidad por reanimación, más pacientes sobreviven lo suficiente para experimentar estas complicaciones, lo que requiere una atención vigilante e integral a lo largo de su proceso de tratamiento.

Los pacientes de la UCI de quemados presentan una serie compleja de problemas, por lo que la integración de servicios multidisciplinarios es esencial. El equipo de atención debe incluir intensivistas, cirujanos quemados y reconstructivos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, terapeutas respiratorios, farmacéuticos, dietistas y especialistas en salud conductual. La comunicación y coordinación efectivas entre estos diversos proveedores de atención médica son cruciales. El estudio destaca el papel de un líder de equipo eficaz para reconciliar recomendaciones y garantizar estrategias de atención coherentes al paciente.

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El manejo del dolor, la agitación, la ansiedad y el delirio en pacientes quemados es un desafío significativo. El estudio aboga por un régimen de analgesia multimodal que incorpore estrategias farmacológicas y no farmacológicas para lograr un alivio adecuado del dolor mientras se evitan las complicaciones relacionadas con los opiáceos y se promueve la movilización temprana. Este enfoque ayuda a prevenir el delirio y otros efectos adversos dependientes de la dosis, asegurando mejores resultados generales para el paciente.

Las complicaciones pulmonares son comunes en pacientes de la UCI de quemaduras, y aproximadamente un tercio requiere ventilación mecánica debido a edema de las vías respiratorias, lesión por inhalación, edema pulmonar, infección o síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA). El estudio señala que estos pacientes enfrentan un aumento de la ventilación minuto y el consumo de oxígeno debido al hipermetabolismo, lo que presenta desafíos únicos en el manejo de sus necesidades respiratorias. Las discusiones detalladas en artículos relacionados exploran con más profundidad las complejidades del SDRA y la ventilación mecánica en pacientes quemados.

El soporte hemodinámico tiene como objetivo mantener la perfusión tisular, promover el cierre de la herida y prevenir el daño a órganos diana. El estudio identifica fases distintas en las respuestas cardiovasculares de los pacientes quemados, desde una reducción inicial del gasto cardíaco y un aumento de la resistencia vascular sistémica (fase de reflujo) hasta una posterior elevación persistente del gasto cardíaco y una reducción del tono vascular (fase de flujo). Los pacientes quemados con enfermedad crítica prolongada también demuestran una capacidad disminuida para hacer frente a los factores estresantes ortostáticos, lo que complica su manejo cardiovascular.

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El manejo de las enfermedades infecciosas sigue siendo un aspecto crucial de la atención al paciente quemado. A pesar de las mejoras en el manejo de la reanimación, la sepsis sigue siendo la principal causa de muerte en pacientes quemados que sobreviven a la lesión inicial. La detección temprana y el tratamiento antimicrobiano adecuado son esenciales para mitigar el riesgo de sepsis. El estudio subraya la necesidad de criterios específicos para las quemaduras para el diagnóstico de sepsis, ya que los indicadores tradicionales a menudo se confunden con las respuestas inflamatorias hipermetabólicas y sistémicas típicas en pacientes quemados. La nutrición y el apoyo metabólico son fundamentales para la cicatrización de heridas y la supervivencia de los pacientes quemados. El estudio recomienda estimar las necesidades calóricas mediante calorimetría indirecta y destaca la importancia de la nutrición enteral temprana y la supresión de ácido para prevenir las úlceras por estrés gastroduodenal posteriores a la quemadura. La optimización de la nutrición ayuda a satisfacer las demandas metabólicas aumentadas y apoya el proceso de recuperación general, enfatizando la importancia de una estrategia nutricional personalizada y proactiva.

En resumen, la atención integral de pacientes con quemaduras graves es compleja y requiere muchos recursos. Para desarrollar y ejecutar planes de atención individualizados de manera efectiva, se necesita la integración de un equipo de atención multidisciplinario. Es fundamental reconocer las alteraciones fisiológicas únicas de los pacientes quemados en comparación con los pacientes críticos no quemados. El estudio proporciona información valiosa y recomendaciones para guiar a los médicos en el manejo de los desafíos multifacéticos asociados con las quemaduras, con el objetivo final de mejorar los resultados del paciente y su calidad de vida. (1) Britton GW, Wiggins AR, Halgas BJ, Cancio LC, Chung KK. Critical Care of the Burn Patient. Surg Clin North Am. 2023 Jun;103(3):415-426. doi: 10.1016/j.suc.2023.01.005. Epub 2023 Apr 4. PMID: 37149378.