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Principios de la Bioética: No Maleficencia

La no maleficencia es uno de los principios fundamentales de la bioética que se refiere a la obligación de los profesionales de la salud de no causar daño a los pacientes y evitar cualquier tipo de acción que pueda causar un daño injustificado. Este principio se basa en la idea de que el bienestar de los pacientes es una prioridad y que los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de proteger a sus pacientes de cualquier daño.

Importancia de la No Maleficencia en la Bioética

La no maleficencia es un principio fundamental en la bioética, ya que se centra en evitar daños innecesarios a los pacientes. Los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de actuar de manera ética y tomar decisiones que no dañen a sus pacientes. Este principio es especialmente importante en situaciones donde la intervención médica puede tener efectos secundarios negativos, y donde los profesionales de la salud deben sopesar los riesgos y beneficios de la intervención.

A diferencia de la beneficencia, que puede tener distintos niveles de obligación, el principio de no maleficencia aplica a todas las personas por igual. Además, es importante destacar que el contenido de este principio está amparado por prescripciones penales, lo que subraya aún más la importancia de respetarlo.

Informe Belmont (1978)

El Informe Belmont es un informe histórico y muy influyente en el campo de la bioética. Fue publicado en 1978 por la Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos de Investigación Biomédica y del Comportamiento, también conocida como la Comisión Belmont, nombrada por el presidente de los Estados Unidos en ese momento, Jimmy Carter.

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El informe Belmont es una respuesta a los abusos éticos que ocurrieron en la investigación médica en las décadas de 1940 y 1950, como el infame estudio de sífilis de Tuskegee, donde se negó el tratamiento a hombres afroamericanos con sífilis con el fin de estudiar la enfermedad. El informe estableció tres principios éticos fundamentales que deben ser respetados en toda investigación que involucre sujetos humanos:

  1. Respeto por las personas: los individuos deben ser tratados como seres autónomos y deben tener la capacidad de tomar decisiones informadas sobre su participación en la investigación.
  2. Beneficencia: los investigadores deben tratar de maximizar los beneficios y minimizar los riesgos para los sujetos de la investigación.
  3. Justicia: los riesgos y beneficios de la investigación deben ser distribuidos de manera justa entre todos los participantes, sin discriminación.

Estos principios éticos forman la base de las regulaciones éticas para la investigación en sujetos humanos en muchos países, incluyendo los Estados Unidos, y han influido significativamente en el desarrollo de la bioética en general. El Informe Belmont continúa siendo una referencia importante en el campo de la ética médica y de investigación.

Aplicación de la No Maleficencia en la Práctica Médica

La aplicación de la no maleficencia en la práctica médica se refiere a la obligación de los profesionales de la salud de evitar causar daño a los pacientes. Esto implica que los profesionales de la salud deben tomar decisiones y acciones que minimicen los posibles daños y aseguren que cualquier intervención médica sea justificada. Los profesionales de la salud también deben estar informados sobre los posibles efectos secundarios de las intervenciones médicas y tomar medidas para minimizar cualquier daño que pueda ocurrir.

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Ejemplos: 

  1. Administrar dosis seguras de medicamentos para evitar efectos secundarios dañinos.
  2. Evitar la realización de procedimientos innecesarios que puedan causar daño al paciente.
  3. Garantizar la seguridad de los pacientes al realizar procedimientos invasivos.
  4. Informar al paciente sobre los posibles efectos secundarios de un tratamiento para que pueda tomar una decisión informada.
  5. Proteger la privacidad y la confidencialidad de los pacientes.
  6. Utilizar equipo de protección personal adecuado para evitar la exposición a enfermedades contagiosas.
  7. Realizar pruebas diagnósticas solo cuando sean necesarias para evitar la exposición del paciente a radiación innecesaria.
  8. Brindar cuidados paliativos adecuados para controlar el dolor y el sufrimiento del paciente en situaciones de enfermedad terminal.
  9. Asegurarse de que se cumpla con los requisitos éticos y legales para la realización de investigaciones médicas.
  10. Respetar los deseos del paciente en cuanto a su atención médica y no realizar intervenciones que vayan en contra de sus creencias o valores personales.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo se aplica el principio de no maleficencia en la atención médica, pero en general, se trata de una obligación ética fundamental para todos los profesionales de la salud en la prevención y minimización del daño en la atención de sus pacientes.

Limitaciones de la No Maleficencia en la Bioética

A pesar de la importancia de la no maleficencia en la bioética, existen situaciones en las que se pueden presentar limitaciones. Por ejemplo, en algunos casos, la intervención médica puede ser necesaria para tratar una enfermedad o afección, aunque también tenga posibles efectos secundarios negativos. En estos casos, los profesionales de la salud deben tomar decisiones basadas en la mejor evidencia disponible y sopesar los riesgos y beneficios de la intervención.

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REFERENCIAS

1. American Medical Association. (2016). Code of Medical Ethics.
2. Beauchamp T, Childress J. Principles of Biomedical Ethics: Marking Its Fortieth Anniversary. Am J Bioeth. 2019 Nov;19(11):9-12. doi: 10.1080/15265161.2019.1665402. PMID: 31647760.
3. World Medical Association. World Medical Association Declaration of Helsinki: ethical principles for medical research involving human subjects. JAMA. 2013 Nov 27;310(20):2191-4. doi: 10.1001/jama.2013.281053. PMID: 24141714.