En el ámbito de la bioética, el principio de justicia se erige como un pilar fundamental que guía la toma de decisiones éticas, particularmente en el dominio de la atención médica.
La justicia, en este contexto, se refiere a la distribución justa de recursos, beneficios y cargas entre individuos y comunidades.
Enfatiza la noción de que toda persona merece un acceso equitativo a los servicios de salud, independientemente de su nivel socioeconómico, raza, origen étnico o cualquier otra característica (1).
Aspectos clave del principio de justicia
El principio de justicia abarca varios aspectos clave, que incluyen la justicia distributiva, la justicia procedimental y la justicia social.
Cada faceta juega un papel crucial en la configuración de las políticas, prácticas y sistemas de salud para garantizar la justicia y la igualdad para todos.
Justicia Distributiva
La justicia distributiva se centra en la asignación equitativa de recursos sanitarios, como tratamientos médicos, medicamentos y avances tecnológicos.
Requiere que estos recursos se distribuyan en función de la necesidad y no de la capacidad de pago u otros factores arbitrarios.
En esencia, la justicia distributiva se esfuerza por minimizar las disparidades en el acceso a la atención médica y garantizar que los recursos escasos se asignen de manera que maximicen los beneficios para la mayor cantidad de personas.
Uno de los desafíos para lograr la justicia distributiva radica en equilibrar los intereses y necesidades en competencia dentro de una población diversa.
Los sistemas de salud deben navegar por dilemas éticos complejos, como determinar la prioridad en el trasplante de órganos, asignar suministros limitados de vacunas durante pandemias y decidir qué tratamientos financiar dentro de presupuestos restringidos.
Los marcos éticos, como el utilitarismo y los principios de justicia de Rawls, ofrecen bases teóricas para abordar estos dilemas al enfatizar la promoción del mayor bien para el mayor número y la protección de los intereses de los miembros más vulnerables de la sociedad.
Justicia Procedimental
La justicia procedimental se refiere a la imparcialidad y transparencia de los procesos mediante los cuales se toman las decisiones de atención médica.
Enfatiza la importancia de involucrar a las partes interesadas en los procesos de toma de decisiones, garantizar la rendición de cuentas y defender los principios de autonomía y consentimiento informado.
En el ámbito de la atención médica, la justicia procedimental se manifiesta a través de prácticas como la toma de decisiones compartida entre los proveedores de atención médica y los pacientes, los comités de revisión ética para protocolos de investigación y marcos de asignación transparentes para recursos escasos.
Al incorporar la justicia procedimental a los sistemas de atención médica, las instituciones pueden fomentar la confianza, promover la colaboración y mitigar posibles conflictos de intereses.
Además, los procesos de toma de decisiones transparentes e inclusivos realzan la legitimidad de las políticas y prácticas de atención médica, reforzando así la confianza del público en la equidad del sistema.
Justicia Social
La justicia social se extiende más allá del ámbito de la prestación de atención médica para abordar las inequidades sociales más amplias que impactan en los resultados de salud.
Reconoce que factores como la pobreza, la discriminación, la educación inadecuada y los peligros ambientales influyen profundamente en el acceso de las personas a la atención médica y su bienestar general.
Lograr la justicia social en la salud requiere abordar estos determinantes sociales de la salud a través de intervenciones políticas, esfuerzos de promoción e iniciativas comunitarias.
Además, la justicia social implica reconocer y enfrentar los sesgos sistémicos y las disparidades dentro de los sistemas de salud que perpetúan las desigualdades basadas en la raza, etnia, género, orientación sexual y otros marcadores de identidad.
Al promover activamente la diversidad, la equidad y la inclusión, las instituciones de salud pueden trabajar para desmantelar las barreras de acceso y garantizar que todas las personas reciban una atención digna y culturalmente competente.
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Principio de Justicia: Desafíos
A pesar del imperativo moral de la justicia en la atención médica, persisten numerosos desafíos para lograrla.
Las limitaciones económicas, los intereses políticos, las normas culturales y la inercia institucional a menudo impiden los esfuerzos para lograr un acceso y resultados equitativos en la atención médica.
Además, la pandemia de COVID-19 ha dejado al descubierto las disparidades existentes en el acceso a la atención médica y ha subrayado la necesidad urgente de marcos éticos sólidos para guiar la asignación de recursos y las intervenciones de salud pública.
De cara al futuro, avanzar en el principio de justicia en la atención médica requerirá esfuerzos concertados a nivel local, nacional y global.
Los formuladores de políticas, los profesionales de la salud, los especialistas en ética y los defensores de la comunidad deben colaborar para abordar las causas fundamentales de las desigualdades en salud, promover la justicia social y defender los principios de la justicia distributiva y procedimental en la prestación de atención médica.
Al adoptar estos principios, las sociedades pueden acercarse más a la realización del ideal ético de la atención médica como un derecho humano universal, accesible para todos, independientemente de las circunstancias sociales o económicas.
REFERENCIAS
2. Beauchamp T, Childress J. Principles of Biomedical Ethics: Marking Its Fortieth Anniversary. Am J Bioeth. 2019 Nov;19(11):9-12. doi: 10.1080/15265161.2019.1665402. PMID: 31647760.
3. World Medical Association. World Medical Association Declaration of Helsinki: ethical principles for medical research involving human subjects. JAMA. 2013 Nov 27;310(20):2191-4. doi: 10.1001/jama.2013.281053. PMID: 24141714.
Graduado en Lic. Kinesiología y Fisiatría (UBA). Especialista en Kinesiología Cardio-Respiratoria por la Universidad Favaloro.