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10 consejos para aprender a correr con asma

10 consejos para aprender a correr con asma

Correr es una forma excelente de ejercicio que puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular, elevar el estado de ánimo y aumentar la condición física general.

Sin embargo, para las personas con asma, la idea de correr puede ser desalentadora.

El miedo a desencadenar síntomas de asma como dificultad para respirar, opresión en el pecho y sibilancia puede disuadir a muchos de participar en esta actividad beneficiosa.

Pero con el enfoque correcto y las estrategias de manejo, correr con asma no solo es posible, sino que también puede ser agradable (1).

Aquí hay diez consejos para ayudarte a aprender a correr con asma:

aprender a correr con asma

10 consejos para aprender a correr con asma

Consulta a tu médico

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, especialmente si tienes asma, es fundamental consultar a tu médico.

Tu doctor puede evaluar tu control del asma, brindarte recomendaciones personalizadas y recetarte medicamentos adecuados para controlar los síntomas durante el ejercicio.

Usa tu inhalador

Si tu médico te ha recetado un inhalador de rescate (como el salbutamol), asegúrate de usarlo según las indicaciones antes de hacer ejercicio.

Tomar un par de puffs antes de tu carrera puede ayudar a prevenir la broncoconstricción inducida por el ejercicio (EIE), comúnmente conocida como asma inducida por el ejercicio.

Calienta adecuadamente

Comienza tu sesión de carrera con un calentamiento completo.

Un calentamiento adecuado puede ayudar a preparar tus pulmones y músculos para el ejercicio, reduciendo el riesgo de síntomas de asma durante tu carrera.

Incorpora ejercicios aeróbicos suaves como caminar o trotar lentamente durante 5-10 minutos.

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Elige el momento y el lugar adecuados

Considera correr en momentos en que la calidad del aire sea mejor, como temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando los niveles de contaminación tienden a ser más bajos.

Además, opta por rutas con menos tráfico y contaminación, como parques o senderos, para minimizar la exposición a posibles desencadenantes como los gases de escape.

Controla las condiciones climáticas

Ten en cuenta las condiciones climáticas que pueden exacerbar los síntomas del asma, como el aire frío, la alta humedad o los recuentos altos de polen.

Si estas condiciones desencadenan tu asma, ajusta tu horario de running en consecuencia o considera alternativas en interiores en días particularmente difíciles.

Regula tu ritmo

Comienza despacio y aumenta gradualmente la intensidad y la duración de tus carreras a medida que tu condición física mejore.

Exigirte demasiado demasiado pronto puede aumentar la probabilidad de síntomas de asma. Escucha a tu cuerpo y toma descansos cuando sea necesario.

Practica técnicas de respiración

Incorpora técnicas de respiración a tu rutina de running para ayudar a controlar los síntomas del asma.

Concéntrate en respirar profundamente y rítmicamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca.

Esto puede ayudar a prevenir la hiperventilación y reducir el riesgo de provocar ataques de asma.

Mantente hidratado

La hidratación adecuada es esencial para todos, pero especialmente para las personas con asma.

Bebe suficiente agua antes, durante y después de tus carreras para mantener las vías respiratorias hidratadas y las membranas mucosas húmedas, lo que puede ayudar a reducir la probabilidad de síntomas de asma.

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Viste ropa adecuada

Vístete apropiadamente para tus carreras, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y los desencadenantes de tu asma.

Opta por ropa que absorba la humedad para ayudar a mantener el sudor alejado de tu piel y evita posibles irritantes como el polen o el polvo usando un tapaboca o bufanda sobre la boca y la nariz si es necesario.

Escucha a tu cuerpo

Por último, escucha a tu cuerpo y estate atento a cualquier señal de advertencia de un ataque de asma inminente, como tos, sibilancia o presión en el pecho.

Si experimentas algún síntoma, deja de correr, usa tu inhalador según las indicaciones y busca atención médica si los síntomas persisten o empeoran.

Conclusión

Correr con asma puede presentar desafíos, pero con una planificación adecuada, control y persistencia, es una meta que se puede lograr.

Siguiendo estos consejos y trabajando en estrecha colaboración con tu equipo de atención médica, puedes disfrutar de los múltiples beneficios físicos y mentales que el running tiene para ofrecer mientras controlas eficazmente tu asma.

Recuerda que la constancia y la paciencia son clave, así que avanza paso a paso y celebra tu progreso en el camino.